España

Los independentistas comienzan a negociar sin un candidato claro

  • ERC propondrá a Junqueras en el caso de que Puigdemont decida quedarse en Bruselas

Hay mayoría, pero no un candidato. Las dos formaciones independentistas catalanas, JxC y ERC, comienzan a negociar a partir de hoy cuál será la composición y agenda del próximo Gobierno autonómico, pero la situación judicial de Carles Puigdemont complica su elección como candidato. ERC no le pone problemas al huido de Bruselas, pero si decide permanecer en Bélgica, no podrá ser elegido y es, entonces, cuando comenzarían los problemas entre los aliados, porque los republicanos sugieren que no aceptarían otros nombres y que Oriol Junqueras debería ser el sustituto. La situación procesal de los implicados resolverá en buena medida el futuro de esta elección. Junqueras tiene una cita importante el 4 de enero, ya que el Supremo vuelve a estudiar si lo pone en libertad.

La complicación ha surgido por algo que parecía claro: Puigdemont no va a regresar a España por mucho que lo haya adelantado durante la campaña electoral. Dijo que estaba dispuesto al retorno si era para ser investido presidente, pero ahora le pide al Gobierno que respete el resultado de las urnas. Es decir, que no, que Puigdemont evitará entrar en prisión, que es lo que probablemente le pasaría si regresase. Primero, sería detenido y puesto a disposición del juez Pablo Llanera, quien dictaría la prisión sin fianza como medida cautelar a la vista de la fuga del ex presidente. ERC parte del supuesto que las dos formaciones deben restaurar el Govern anterior a la aplicación del artículo 155, por lo que Oriol Junqueras sería el segundo en el eslabón jerárquico, la persona que sustituye a Puigdemont en ausencia.

La situación de Junqueras es distinta. Tiene pendiente la revisión del Supremo, pero además su situación puede cambiar a lo largo de los próximos meses. Una vez producida la primera votación en sesión de investidura, que será a principios de febrero, se abre un plazo de hasta dos meses, tiempo durante el cual podría cambiar su situación. ERC cuenta con un informe jurídico que avala la legalidad de que Junqueras pueda ser candidato, aun estando en prisión. Podrá tramitar su acta de parlamentario, a diferencia del caso de Puigdemont, e, incluso, el juez le autorizaría asistir a la sesión de investidura si sigue el mismo razonamiento del colega que permitió a un encarcelado por terrorismo acudir al Parlamento navarro. No obstante, todo quedaría pendiente de si Junqueras, en efecto, es puesto en libertad con posterioridad, porque la Generalitat no se puede dirigir desde una celda.

En caso de que ERC no logre imponer a Junqueras, JxC cuenta con nombres alternativos a Puigdemont, caso de Elsa Artadi y Jordi Turull. Y con independencia del acuerdo al que lleguen, los independentistas necesitan el apoyo de los cuatro parlamentarios de la CUP, al menos se deben abstener. Los antisistemas quieren que el nuevo líder mantenga la senda de la ruptura con el Estado español, y por ahí vendrían otras complicaciones.

La opinión de ERC es que la falta de mayoría absoluta en votos, unida a la victoria de Ciudadanos, deben llevar a una estrategia de bilateralidad, que implique al menos un intento de negociación con el Gobierno. Medios independentistas han entendido que hay un nuevo matiz en el discurso de Puigdemont que obedecería a ello, de ahí que solicitase una reunión a Rajoy. Todo esto hay que acogerlo con grandes dosis de escepticismo, porque los independentistas nunca han concretado qué es eso de la bilateralidad; si significa, por ejemplo, el acatamiento de la senda constitucional. En cualquier caso, la negociación está acotada por límites temporales muy concretos y que fija Mariano Rajoy, que es quien decide la fecha de apertura del Parlamento.

El presidente del Gobierno baraja la primera sesión para el 20 de enero, cuando se elegirá la Mesa de la Cámara. Si los huidos de Bruselas siguen entonces fugado, la presidencia del Parlamento podría caer en manos constitucionalistas. Todo depende de qué ocurra con otros tres parlamentarios que están en prisión. Si tampoco asistiesen, la mayoría de 70 pasaría a ser de 62, claramente insuficiente. ERC desea que Carme Forcadell repita en este cargo, lo que aventuraría el seguimiento de la misma línea de ruptura.

JxC quiere que el reparto de cargos en el Gobierno se haga de acuerdo con una relación del 60%-40%, pero ERC reclama que sea mitad a mitad. En los últimos días, los republicanos vienen subrayando que sólo les han separado 11.000 votos en las elecciones. Desde Estremeras, Oriol Junqueras resaltó en una nueva carta el relativo éxito que su partido ha tenido en las zonas metropolitanas de Barcelona.

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