La Bolsa española perdió más del 1% en su peor sesión desde principios de mes, un día después de las elecciones catalanas en las que el bloque independentista revalidó la mayoría absoluta pese a la victoria de Ciudadanos (C's). El principal selectivo nacional, el Íbex 35, retrocedió el 1,19% y perdió el nivel de 10.200 puntos, hasta 10.182, principalmente lastrado por el sector financiero.

El nerviosismo fue la tónica de la jornada en la Bolsa. Desde los primeros compases de la sesión, el mercado nacional ignoró los máximos históricos que marcó Wall Street en la víspera y el cierre en positivo de las bolsas asiáticas, y comenzó con pérdidas superiores al 1%. Los inversores reaccionaban de esta manera a unos resultados electorales que muchos expertos consideran peor de lo que se esperaba a ojos del mercado, pues no despejan la incertidumbre sobre el futuro político y económico de Cataluña, uno de los motores de la economía española.

La CEOE insta a volver a la estabilidad y Moody's teme el efecto negativo en la economía nacional

Analistas bursátiles resaltan las dudas de los inversores sobre las posibilidades de que los partidos independentistas logren llegar a un acuerdo que garantice un Govern estable, así como sobre quién será el presidente. Las dudas sobre la formación de un Ejecutivo independentista, para el que la CUP vuelve a ser imprescindible, inquietan a los mercados y penalizan fuertemente al sector financiero, a pesar de que en las últimas semanas las entidades con mayor presencia en Cataluña garantizaron su permanencia bajo el paraguas de la supervisión del BCE con el traslado de sus sedes fuera de la región.

Aun así, Caixabank y Banco Sabadell lideraron las pérdidas del IBEX 35 al caer el 3,60% y el 3,43%, respectivamente, aunque ambas entidades acumulan en el año subidas cercanas al 30%. El resto de grandes bancos también registraron descensos significativos, pues Santander cedió el 2,15% y BBVA, el 1,47%, mientras que Bankinter bajó el 0,87% y Bankia, el 0,84%.

El castigo al sector financiero, así como al resto de pesos pesados del índice, ya que Telefónica perdió el 1,29%; Inditex, el 1,05% e Iberdrola, el 1%, provocó que la Bolsa española liderara las pérdidas europeas, que fueron moderadas. A pesar de la caída bursátil, la prima de riesgo española se mantuvo en 105 puntos básicos por la subida del bono alemán, afectado por la menor compra de deuda del Banco Central Europeo.

La Bolsa española volverá a abrir el próximo miércoles, cuando los inversores seguirán pendientes de la situación política en Cataluña y las opciones para que el Parlament sea capaz de formar Gobierno antes del 7 de abril, cuando vence el plazo.

Paralelamente, la CEOE ha animó ayer al futuro Govern a actuar desde la legalidad para "recuperar la estabilidad institucional" y reactivar la economía de la región. La patronal apuntó que, tras la alta participación registrada en las elecciones, se abre una etapa en la que es necesario "integrar a todos" para recuperar la convivencia. Asimismo, subrayó que, ante la salida de empresas y la caída del consumo en los últimos meses, es necesario dar prioridad a reactivar la economía catalana una vez restaurada la seguridad jurídica.

Asimismo, la Confederación Española del Comercio (CEC) insistió en pedir a los políticos "un cierto sentido común" tras el 21-D. "Evidentemente es prematuro hacer una valoración de la situación en Cataluña, pero confiamos en que este proceso electoral permita volver a una cierta normalidad", afirmaron fuentes de la CEC.

No se anda con paños calientes la agencia de medición de riesgos Moody's, que sostuvo que el resultado de las elecciones ilustra "la persistente" polarización de los catalanes, un dato "negativo" para el crecimiento económico de España, ya que las perspectivas de crecimiento regional se deteriorarán aún más y producirá un efecto de arrastre sobre la economía nacional.