Feria

Feria destartalada

  • Los festejos taurinos han mostrado las luces y sombras de unas tardes en las que se recordarán faenas memorables como la de Ruiz Manuel o El Fandi

La feria empieza con mucho tiempo de antelación. En el transcurso de una ya se piensa en la siguiente. Toreros que no se justifican, quedan anulados. Toros que se paran o huyen a tablas, borrón para próximos carteles. Terna que más han atraído en la taquilla, sonrisa y "ya hablaremos". La feria empieza con el runrún de los carteles

Solventado el repetido trance de cada año, metemos las manos en la masa a la espera de que Almería recupere prestigio y la fama de que en esta feria todo embiste, los toreros se motivan y los tendidos se desgañitan.

Empezó la feria, casi en el primer quite con el capote, con sangre. La del novillero El Payo que quedó inédito. Se dio lugar entonces a un mano a mano en el que el almeriense Alejandro Carmona evidenció poco avance por falta de placeo y descubrimos a un albaceteño llamado Miguel Tendero con arrojo y solvencia para una alternativa con posibilidades. Cortó una oreja a dos de sus enemigos rozando la puerta grande. Los toros de La Quinta con encaste Santa Coloma, mostraron en el albero dificultades y cierta bravura en alguno de ellos.

En la segunda se presentaba una ganadería con fama de dura como es la de Cebada Gago. Un gran toro de nombre Pinturero, herrado con el número 125 en el costillar, castaño claro de capa y 515 kilos de peso, nacido en abril de 2004, se encontró con una gran torero llamado José Pedro Prados "El Fundi". Toro y torero se fusionaron. Maravilla de toro al que se le pide el indulto de forma abrumadora y la presidencia le niega la vida. Aquí tuvimos el primer lío, debate, encuentro de pareceres. El Fundi cortó las dos orejas. Puerta grande pese a que se le pidió que no lo matara. Pero la presidencia no hacía caso. Sus compañeros López Chaves y Bolívar, con distintos matices, no triunfaron. Más bien fracasaron.

La segunda tarde una ganadería anunciada como podrida, la de José Luis Marca, imposibilitó que Ponce, Perera y Gallo luciesen como quisieron. A Perera se le pidió una oreja y se quedó con las ganas por el apéndice por la correcta negativa de la presidencia.

Llegó la tarde más esperada. La de José Tomás. Primer lleno cuando los tres días anteriores poco más de media plaza estaba cubierta de almas. Eran las almas del abono. Pero con José Tomas ya se sabe, cobra como nadie y da beneficios a los empresarios como nunca. Una alegría de plaza. Como el resto de los días que se llenó. Sin bullicio festivalero. Con silencios expectantes. Y la corrida de Torrealta falló al mansear mucho. Pepín Liria no pudo lucir todo lo que quiso en el día de su despedido pese a su último toro que mostró nobleza recorrido y bravura. Torres Jerez se equivocó pese a los inicios importantes en cada una de sus faenas. Y José Tomás arrancó, sin estridencias, una oreja en lidia en tablas al manso segundo que le tocó en suerte. Si no falla con los aceros, corta la dos para satisfacción del personal.

La de Fuente Ymbro fue una tarde de brujas. Toro que pierde la pezuña, otro que se parte una mano, sobrero impresentable de Chopera por mulo corraleado y resto de ganado imposible por manso. Excepto uno, el último de la tarde que le tocó a El Fandi. En otras manos hubiera sido un toro de vuelta al ruedo, mientras el granadino salió por la puerta grande de forma inmerecida. Evidentemente por la condiciones de su enemigo. Finito de Córdoba quiso y estuvo muy por encima. Cortó una oreja de ley. El Cid tuvo unos inicios de faena excelentes, pero por el sometimiento, hizo que se parasen sin continuidad en la lidia.

La tarde del viernes fue la de la salvación de la feria. Ruiz Manuel, El Juli y Cayetano en el cartel con toros de Daniel Ruiz. Ruiz Manuel en su segundo volvió a tocar el cielo toreando y haciendo crujir el sentir de los almerienses. Glorioso una vez más en la que suponía su segunda tarde de la temporada. Para injusticia esta. Y el Juli que fue el que primero empujó la tarde con una faena de dos orejas con mucha fuerza. Cayetano, cojitranco y torpe por una reciente cogida, no llegó a la cotas que se espera de él. Se cerró la feria con el rejoneo de Pablo Hermoso de Mendoza que no triunfó. Cosa rara en él. Morante con mucha luz en los muletazos de más arte de la feria pero con la intermitencia de quien necesita, como todos los toreros, un mínimo de colaboración. Y el cierre lo dio Manzanares demostrando mucha enjundia, poder, gusto y estética hasta que sus toros se pararon.

En este resumen casi telegráfico se quedan muchas cosas en el tintero. No se preocupen, las seguiremos contando.

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