Ha dejado el calor de apretar con la intensidad de días anteriores en la capital. No es mucha la diferencia, pero algo es algo. Eso invita aun más a la fiesta. Ya no son tantos los que se quejan de las temperaturas y más los que se pasan el rato hablando sobre la la fiesta. Conforme avanzan los días, la palabra Feria cobra sentido.
Tiene su explicación. Son muchos los negocios y los vendedores ambulantes que se se mantienen en activo durante estos días. La gente se va contagiando del ambiente y algunos de flamenco y otros simplemente con gafas enormes y sombreros de paja tratan de lucir sus propios diseños por el epicentro de la capital. Almería llegará al sábado cargada de complementos.
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