Toros 2ª de abono

Tres a la jineta de estilo vario

  • Ante la expectativa de la inclusión de una corrida exclusiva de rejoneo el público la aceptó con una entrada buena. Bohorquez y Mendoza a hombros. Ventura malogró el éxito en el rejón de muerte

“Y luego dirán que no interesa el rejoneo” decían unos a la salida triunfal del festejo. “Pues que quieres que te diga, a mi no me ha llenado. Creo que se ha justificado la tarde. Pero otra cosa es hacerla tradición” decían otros. “Que sí hombre, que sí. Lo que yo te diga” le respondía. “No sé, no sé. Ya veremos” musitaban otros calle abajo.

Tal es la controversia que a la entrada de los toros me vi abordado por un cámara y una periodista famosa en lo del toro por cubrir información en TVE para el programa Tendido Cero (porque de retransmisiones nada como ya saben). Mi sorpresa fue el que preguntasen sobre la idoneidad de la casa Chopera con la feria cambiando una tradicional corrida  de toreros a pié con la de rejones. “Ostras (pensé) si hasta en los medios nacionales ha llegado el debate”. Cosa que me dio lugar a contestar a la gallega.

Entramos a la plaza con la ansiedad de controlar hasta donde llegaba la entrada. ¡Qué viene gente! decíamos mientras nos codeábamos. Confieso que casi todo lo que tenga que ver con el mundo del toro me apasiona. Si no, difícilmente estaría con ustedes con la asiduidad que acostumbramos.

Muy aficionado al caballo hay que ser para entender académicamente el buen desarrollo del embroque del galopar del caballo, o yegua, con la embestida del toro. Con este principio, en el que fallo,  hay que dejarse llevar únicamente por lo que uno pueda sentir en la plaza. Es como llevar el alma virgen para que las entrañas se conmuevan. Sinceramente, con independencia del goce de ver la belleza de los cuidadísimos caballos, vibre en pocos momentos en la plaza. Pese a las previsiones, me llegó la pureza de Bohorquez, sin alharaca y fáciles aspavientos de cara al publico poco conocedor de los cánones. Con la espectacularidad por la eficacia del último rejón que ejecutó y que le valieron dos orejas. Que gusto ver una muerte con un mínimo de sufrimiento.

Hermosos de Mendoza tuvo el detalle de dejar en el callejón la oreja que se dio en el segundo toro. Le honra el gesto. Y merecidas las dos orejas al primero aunque no lo vi en el estado puro que suele certificarnos. Quizá toree demasiado. Y los excesos a veces hacen mella.

Diego Ventura es de los que achucha en la plaza. Hay que reconocerle que de no existir, o pregonarse, su competencia con Hermoso, el cartel de ayer no se hubiese ni pensado, ni exigido por algunos. Es espectacular su doma. Con un nervio de algunos de sus equinos que, sin duda, trasmite fácilmente. Con una ejecución intensa y variada. Con alguna trampa a la vista que no gusto como el que  descabalgado intentó a mano un  metisaca para dañar con el rejón.

Como anécdota el que unos se contentaron de que el primer morlaco de la tarde se llamase Zapatero. Otros que el segundo tuviera el nombre de Gaviota. Para todos los gustos. Ypara el debate. Que si uno fue más bravo. Que si el otro era un manso.

Hoy se prevé menos entrada pese a Ponce, Torres Jerez y Cayetano. Y algunos lo utilizarán para justificar repetición de cartel. No sé. A ver que se dice en Tendido Cero dentro de dos sábados.

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