Y al tercer día, Almería volvió a comprometerse con la Feria del Mediodía. La gente quiere mantener vivo el ritmo durante toda la semana y los que antes no han tenido la ocasión de divertirse en las calles del centro, junto con los que ya lo han hecho, procuran que la fiesta siga su curso.

En estos primeros días de la semana son las familias y los estudiantes los que están aprovechando. Las primeras, porque entre semana el ambiente es algo más tranquilo que el sábado o el domingo; y los segundos, porque en breve tienen que ponerse a estudiar para recuperar el tiempo perdido y la Feria le da la oportunidad de pasárselo bien con sus amigos desde el mismo lunes.

Pero lo verdaramente importante es que el ambiente no decae. La crisis ha hecho daño a este tipo de celebraciones, pero quien quiere y puede, y son muchos los que quieren y pueden, se acercan a los ambigús, a los bares y a los pubs del centro. Unos se gastan más y otros menos, pero el fin es el mismo y estas fiestas dejan abiertas muchas posibilidades de ocio.

Pero que el tiempo pase tiene aspectos positivos y negativos. Los buenos, que cada uno acumula en sus espaldas el tiempo de diversión que haya querido, y los malos, que cuando termine el Mediodía de hoy tan sólo quedarán tres días para poder vivirlo. Se cruza el ecuador.

Aún hay tiempo, así que el que se anime puede disfrutar de nueve ambigús, charangas, recitales de flamenco, decenas de bares y de pubs hasta altas horas de la noche ssin moverse de la capital.