Los más pequeños de la casa salieron a divertirse en la plaza de su barrio con las múltiples actividades que, desde el Ayuntamiento, se les puso a su disposición. Diversos juegos llenaban la plaza, cada uno de ellos tenía a un monitor dispuesto a ayudar a los niños y niñas que se habían congregado.

Videojuegos de fútbol y cantar canciones por un lado, talleres de pintura por otro, y entre medias, una monitora que bailaba, junto a los pequeños, música con mucho ritmo.

También había atracciones clásicas que tanto gustan a los niños, se trata de los castillos de aire, donde los saltos y gritos de alegría eran el sonido que inundaba los alrededores dándole a la mañana, si cabe, un mayor colorido. Los críos que lo deseaban podían acudir a un taller donde se le pintaba la cara con alegres tonos.

Desde allí, salían disparados hacia el rincón donde podían sentarse y pintar unos cuadernos con las figuras favoritas, desde Blancanieves hasta la Cenicienta, pasando por Batman. Daniel, uno de los pequeños que acudió a la cita con ilusión y su cara coloreada, cuenta que lo que más le gustaba era pintar a su superhéroe preferido, Spiderman.

Las niñas preferían hacer pulseras que luego se probaban y los más mayores tenían su propio rincón con piezas y tableros grandes de damas y de ajedrez.

Mientras tanto, los padres y abuelos sonreían con ilusión al ver como los más pequeños de la casa saltaban, cantaban y jugaban en las atracciones. El día brilla más, sin duda, con la sonrisa de un niño.