Mohamed Kalai Tuhami. Cocinero

"Hemos tenido que ampliar el doble el espacio del puesto"

  • "El secreto de mis pinchitos está en la carne de cordero y en una especie marroquí"

Decenas de puestos de comida se concentran en el interior del recinto ferial y a su alrededor. Todos tienen algo de particular que lo hacen diferente del resto. No obstante, desde lejos se puede oler la especialidad de Mohamed: los pinchitos morunos.

Este cocinero natural de Melilla y adoptado en La Línea desde hace muchos años, lleva ofreciendo a la gente que se pasea por la Velada y Fiestas de este municipio sus platos desde el año 1957, cuando llegó de su tierra natal para buscarse la vida. "Cuando llegué a la Feria de este pueblo mi puesto sólo tenía cinco metros, pero desde hace unos años hemos tenido que aumentar el espacio el doble", apuntó el cocinero.

Como buen trabajador se ha recorrido gran parte de "la ruta de las ferias de toda Andalucía y algunas del resto de España, como Valladolid", dijo Mohamed. Además, desde que se instaló en La Línea montó un bar con su concina morunaen una de las calles céntricas de la ciudad.

Mohamed se dedica cada día de Feria en su bar a preparar los alimentos que esa noche tiene previsto vender en la barra de la Feria. "Yo aliño la comida y luego mi familia se encarga de cocinarla en el chiringuito para ofrecerlos a la gente que viene", añadió el especialista en pinchitos.

Un olor que alimenta sale de la plancha de los pinchitos del puesto del cocinero. Entre risas, Mohamed se niega a revelar el secreto de sus asados: "El secreto está en la carne de cordero y en las especias. No se puede decir todo lo que lleva, pero sí que la especia es traída desde Marruecos", explicó el cocinero.

Sin embargo, en su cocina no sólo se pueden degustar pinchitos de cordero y ternera. "También hay montaditos, ensaladas y otra variedad de comida que cada noche decenas de linenses y visitantes acuden a este puesto para dar un capricho al paladar", informó Mohamed.

Este puesto está integrado por un amplio equipo de trabajadores de la familia del cocinero. "En este chiringuito familiar trabajan mis seis hijos, además de mi yerno y su hermana, mi nuera, un sobrino y una chica de La Línea", contó este linense de adopción. En total este bar de Feria ha generado doce puestos de empleo.

Los diez metros que ocupan la terraza del puesto de Mohamed están totalmente llenos, "incluso hay gente que hace cola para poder tomar un pinchito y eso me da alegría", confirmó el cocinero.

Pero no es todo como aparenta ser. A pesar de tener mucho trabajo durante toda la noche y vender sin parar, "este año la gente consume mucho menos en la Feria", afirmó Mohamed.

Como en todos los puestos, la crisis económica también les ha tocado vivirla a ellos, pero el cocinero de Melilla sólo ha notado que "está vendiendo un poco menos que el año pasado", aunque reconoció que no está perdiendo dinero como en algunas casetas, "ya que la gente en lugar de comerse dos pinchitos se comen uno, pero en definitiva se pasan por mi bar", explicó Mohamed.

Aún les queda tiempo hoy de pasar por el puesto de pinchitos de Mohamed y su familia para degustar un rico plato de la cocina marroquí, sobre todo el secreto de "su carne de cordero y especias", como dijo Mohamed. Para ello, sólo hay que acercarse a la Feria y dedicir por uno mismo si tantos años de experiencia en la cocina quedan reflejados en los platos de este melillense natal adoptado en La Línea de la Concepción y que ha criado a sus hijos aquí.

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