Feria de Málaga

Cosa de hombres

  • ¿Quién dijo que vestirse en Feria era sólo cosa de mujeres? Ellos (por fin) cada vez se animan con trajes camperos y pasean 'de corto' por los aledaños de las calles del centro y del Real

HOMBRES , cuántas páginas se habrán escrito hablando de nosotros. Probablemente muchas, e incluso las habrá que no nos dejen muy bien parados.

Sea cual sea el motivo, lo cierto es que los hombres cada vez tenemos un papel más relevante en el mundo de la moda, nos interesamos más por ella, y las revistas masculinas poco a poco se afanan por incluir contenidos especializado en moda para nosotros. Un claro ejemplo es la semana Pitti Uomo, que cada verano se convierte en el escaparate más importante de moda masculina y, de paso, sitúa a Milán como una de los máximos referentes a este respecto.

Pese a todo, no se trata de Milán ni de la Pitti Uomo, sino que, "bajamos de los alteres" de la moda y nos vamos a las calles del centro de la ciudad, paseamos por el Real y ¡sorpresa! Málaga también tiene su particular Pitti Uomo feriante.

Cada vez son más los hombres que se animan a vestirse en la Feria, especialmente durante el día para disfrutar del tradicional paseo de enganches o paseo en coche de caballos que fomenta aquello de ver y ser visto. El gentleman particular de la Feria de Málaga no lleva trajes de chaqueta, se olvida de las clásicas camisas con gemelos, no lleva zapatos italianos hechos a mano, y aún menos tarda horas en elegir la corbata adecuada, y buscar el contraste con el pañuelo de la solapa de su blazer.

Todo lo contrario.

Los códigos de nuestra vestimenta para la Feria pasan por una imagen algo más castiza, o tradicional, para los más esnobs. Imagen que se consigue recuperando elementos y prendas de vestir que, un día, fueron parte del atuendo habitual de los caballeros andaluces.

De esta forma, sombreros cordobeses, boinas, chaquetillas, tirantes, camisas con chorreras y botones-joya pasan a ser los protagonistas del atuendo del feriante. Todo indica que, lejos de hablar de los estilismos de la Feria, debemos pensar que éstos dejan de ser propiedad y patrimonio de las féminas para ser un bien compartido por ambos sexos. Visto lo visto parece que hemos aprendido la lección y poco a poco vamos llevándola a la práctica. Pese a ello, los hay que aún tendrán que presentarse a septiembre, y a juzgar, por la intención del concejal Caneda de cambiar la semana de Feria a este mes, la recuperación parece fácil.

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