sevilla festival de cine 2011

Azcona y el sinvivir de la muerte

  • 'Los muertos no se tocan, nene', la comedia negra de José Luis García Sánchez, inaugura el festival con una caótica proyección que pone en peligro la continuidad de Martín-Domínguez como director de la cita.

En una comparecencia casi tan caótica como la película de la que iban a hablar, con ambiente de fiesta privada y con la viuda del gran protagonista del acto presente en la sala, los responsables de Los muertos no se tocan, nene brindaron un nuevo homenaje a Rafael Azcona, autor de la novela que inspiró esta cinta que inauguró ayer el Festival de Cine Europeo de Sevilla. Tras recordar que ediciones anteriores arrancaron con Paz Vega, Colin Farrell o Roberto Saviano acaparando la atención, el director del certamen, Javier Martín-Domínguez, aseguró que el de ayer, ese tributo a uno de los guionistas por antonomasia del cine español, fallecido en marzo de 2008, es "el momento" del que se siente "más orgulloso" desde que asumió el cargo.

A su lado, José Luis García Sánchez, amigo de Azcona y colaborador en numerosos trabajos del logroñés, aparte de director del filme y coguionista del mismo junto a David Trueba y Bernardo Sánchez, dijo que "si la gente se ríe no hay nada más que explicar" sobre la cinta, una de las 16 que competirán por los premios. Durante la proyección para la prensa, previa a la oficial, eso es lo que ocurrió, hubo risas aunque no con demasiada frecuencia, ni de manera generalizada. La cinta -"un bombón coral", así la definió Martín-Domínguez- supone un viaje a la vida cotidiana en la España de posguerra, más en concreto a la casa de una familia de Logroño en la que se desatará un frenesí de pequeñas miserias, derrotas y modestas pero cruciales epifanías tras la muerte del bisabuelo, lo cual cubre de negrura esta comedia interpretada por Silvia Marsó, Carlos Iglesias, Mariola Fuentes, Carlos Álvarez-Novoa, Airas Bispo, Pepe Quero, Tina Sáinz y María Galiana, presentes en el acto, aparte de Carlos Larrañaga, Laurentino Rodríguez o Álex Angulo, entre otros.

"Todos vimos El pisito y El cochecito antes de empezar el rodaje", explicó García Sánchez, que se propuso, ante todo, sintetizar en sus fotogramas "el espíritu" de Azcona, "un escritor descomunal que escribió en formato de guión de cine", añadió antes de mirar a Susan Youdelman, su viuda, y confesar: "Es la primera vez que estoy en una rueda de prensa donde hay una persona que quería a Rafael más que yo". Filmada con una estética de aquel cine -más allá del blanco y negro de las imágenes-, el filme "es un sainete", agregó su director, porque "ésa es la estética propia del español, mezcla de cosas lamentables y tiernas".

Los actores hicieron sus declaraciones de rigor de admiración a Azcona, desde la ortodoxia de Iglesias, admirador del "neorrealismo español", a Marsó, quien finalmente concluyó que todos los personajes de la película son "perdedores".

Ya en la noche, la desastrosa proyección de la película en la gala inaugural, con graves problemas de sonido, provocó un gran malestar en el Ayuntamiento. Hay quien habla de que la continuidad de Javier Martín-Domínguez en la dirección del certamen está en peligro y que podría ser destituido en los próximos días.

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