Javier Cámara. Actor

"En las escenas en inglés creo que fui más actor que nunca"

  • El actor es el protagonista de la película 'La vida inesperada', dirigida por Jorge Torregrossa y con guión de Elvira Lindo, que cerró la Sección Oficial del certamen.

Dirigida por Jorge Torregrosa, La vida inesperada cerró ayer la Sección Oficial a concurso del Festival de Málaga. Cine Español. La historia escrita por Elvira Lindo para que Javier Cámara la protagonizara relata la vida de Juanito, un actor español que se marchó a Nueva York para triunfar. De eso han pasado ya 10 años y para poder sobrevivir se ve obligado a trabajar como actor en pequeños teatros de español, de camarero y de dependiente. La visita de su primo y una mujer harán que Juanito se replantee su futuro. Raúl Arévalo, Carmen Ruiz, Tammy Blanchard y Sarah Sokolovic completan el reparto de la cinta.

-¿Cómo afronta una historia que ha sido escrita para usted?

-Ante un regalo así, primero tienes que coger aire, porque que una de las mejores escritoras de este país, que aparte es amiga, te haga un homenaje sobre las charlas que hemos tenido, sobre los viajes que hemos hecho, las cuitas que hemos pensado siempre sobre nuestras profesiones, y que de repente te haga un homenaje de contar esto, es un punto y aparte. Es una película tremendamente especial, porque nos paramos cuatro semanas, el tiempo se paró cuatro semanas en Nueva York y de repente estábamos haciendo una película, como habíamos hecho tantas, pero con muchos condicionantes especiales. Uno, que era una película dedicada por parte de una amiga a mí, para que yo lo hiciera. Después, que contábamos con la gente que queríamos contar; Jorge Torregrosa fue desde el principio nuestra elección, mucho antes de que rodara Fin. Elvira pensó en esos cortometrajes que él había hecho, Mujeres en un tren, Desire, cosas preciosas que dijimos ésta es la persona perfecta para rodar, con toda su experiencia. Me paré en Nueva York durante cuatro semanas a disfrutar.

-¿Qué sensación le queda de la relación entre su personaje y la madre (Gloria Muñoz), con esas llamadas diarias a través de Skype?

-Es maravillosa. Elvira pensó mucho en mi madre, porque la conoce y le hace mucha gracia. Además, ama mucho a las madres, porque perdió a la suya cuando era muy jovencita y es un personaje que siempre le ha fascinado; entonces yo creo que ella me hizo amar más a mi madre. La quiero muchísimo, pero de repente, esa cosa tierna, de mujer preocupada. Mi madre todavía no la ha visto, esperemos que le guste.

-¿Y del resto de personajes?

-Existen esos personajes, están ahí en Nueva York, buscándose, con una mochila en el Metro, sin dormir, yendo a trabajar de camarero, a sustituir a uno en un teatro... Existe y esa incertidumbre de tantos años, te hace ser de una forma especial, te produce una coraza, que es lo que tiene mi personaje de Juanito, porque sabe que si se pone a pensar, ese castillo de naipes se le cae. Y el que le pone a pensar en eso es su primo, que es que le dice que no le compensa.

-Una visita incómoda de un primo sin nombre, pero que al final es reveladora.

-Al final rasca, porque te empieza a hacer preguntas alguien que te quiere y te desarma.

-Ha sido un papel para el que se ha visto obligado a interpretar en inglés, aunque sólo a medias, todo un reto, ¿no?

-Para mí es un reto porque sale el síndrome del farsante que todo actor tiene. Te defiendes en tu castellano, porque es tu energía y engañas a través de tu idioma y coges otro idioma con el que no tienes esas armas para engañar y tienes que intentar ser mucho más verdadero, transmitir más con los ojos, con la intención, con la emoción. Pero luego te das cuenta de que una vez en ese ritmo, las cosas van fluyendo. Es quizás ese principio de respeto a otro idioma, a otra ciudad a otro lugar. Creo que fui más actor que nunca en esas escenas.

-Al menos las escenas de teatro que representaba durante la película sí que eran en español.

-El teatro era en español y además era ineludible, era Lorca, era Mihura. Elvira quería que hubiera un tango, una terraza, homenajes a Fellini y a Pennies from Heaven, una película americanísima pero a la vez muy europea. Quería que hubiera ese poso de crisis que le da esa emoción a las relaciones humanas, esa cosa como brillante y totalmente apabullante de Nueva York, pero a la vez en esos teatros de las calles escondidas. Y quería esos personajes perdidos, que de repente abren una puerta y pueden encontrar el futuro.

-Para su distribución, se han visto obligados los actores a doblar la parte en inglés.

-Es un traje más que te tienes que poner, un traje es el inglés y de repente el traje del doblaje. Esta película ha sido muy costosa por eso, porque de repente tienes que aclimatarte a Nueva York y una vez que te has aclimatado tienes que irte porque tienes que grabar en Valencia en un plató. Entonces, hay varios estados, donde uno tiene que formarse, meterse. Es un poco la capacidad que tiene el actor, la película en sí, para transformarse.

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