El impacto de la actividad de una organización se puede definir como el conjunto de efectos a corto, medio y largo plazo de aquella sobre el conjunto de la sociedad. No obstante, con el tiempo, y sobre todo debido a las diferencias de durabilidad y de dificultad de medida de cada uno de dichos efectos, se puede entender el impacto de una organización como el resultado que a largo plazo esta genera en la sociedad, medido según las expectativas, valores y patrones que comparten en cada momento los ciudadanos.

El Grupo Cooperativo Cajamar es consciente de la importancia de la medición del impacto de su actividad en el conjunto de la sociedad. Esta medición supone determinar el verdadero alcance de la organización, su perímetro de influencia y la consecución de creación de valor compartido, implicando la monitorización de los tres ámbitos del desempeño (desempeño económico-financiero, desempeño social y desempeño ambiental) para alinear su misión con las expectativas sociales.

En términos generales, y de acuerdo con su misión, el Grupo Cooperativo Cajamar aspira a contribuir al desarrollo socioeconómico de la sociedad, promoviendo la generación de riqueza y empleo, y contribuyendo a la vertebración funcional y territorial de la sociedad a través de su responsabilidad y compromiso financieros. Dicha responsabilidad y compromiso implican un modelo de negocio que contribuya a promover transformaciones duraderas en su entorno que facilite y sea propenso a la inclusión financiera, al desarrollo local sostenible, a la fijación de capital al territorio, al propio desarrollo y vertebración territorial, y a las transformaciones económicas basadas en la economía social.

Cajamar acaba de hacer público su informe de impacto socio-económico y ambiental con información del pasado año, y cuyo objetivo fundamental es la identificación y medición de una parte del proceso de transformación e impacto del Grupo Cooperativo. Para ello, ha utilizado como punto de partida el valor económico generado y distribuido por el Grupo en 2016 como consecuencia de la utilización de sus recursos para identificar los efectos que el valor distribuido tiene en términos de generación de riqueza (contribución al PIB de España) y en términos de generación de empleo.

Según los datos del informe, el Grupo cuenta con 39.166 millones de euros en activos, y un volumen de negocio de balance de 65.579 millones de euros. A través de los recursos y capacidades de los que dispone, generó un valor económico en 2016 de 1.017 millones de euros, del que retuvo un 32,5% para atender los objetivos económico-financieros de la organización. Estos recursos impactan de forma positiva en su solvencia y en su capacidad de financiación del tejido productivo.

Por su parte, el 67,5% del valor generado es distribuido a la sociedad a través de los empleados (a través de la masa salarial), los proveedores (a través de la cadena de suministro), las Administraciones públicas (a través del pago de tributos), los socios cooperativistas (a través de los retornos cooperativos o intereses de las aportaciones al capital social cooperativo), o la sociedad en su conjunto (a través de la acción social, la actividad de las fundaciones y de la transferencia de conocimiento de los centros de experimentación agraria).

El Grupo Cooperativo Cajamar, a través de su valor distribuido, contribuyó al PIB español con 1.172 millones de euros, lo que en términos porcentuales supone un 0,1%; y generó 15.210 empleos en 2016 en todo el territorio nacional.

Por otro lado, a través de su actividad de financiación de los sectores productivos, contribuyó con 8.019 millones de euros al PIB español (0,7%).

En cuanto a la actividad total del Grupo sobre el PIB español, a través de sus principales magnitudes de gasto y de su actividad de financiación de los sectores productivos, contribuyó con un total de 9.191 millones de euros al PIB español (0,8%).