"Tomate con sabor a tomate". Así definen los hermanos Ramón a su producto, una auténtica joya de la huerta almeriense, la delicia iberika que nace en el corazón del Parque Natural del Cabo de Gata. Su producción es fruto de una concienzuda selección de semillas autóctonas de esta zona y la recolección manual. Unas características muy definidas que dan lugar a un sabor y textura únicos.

Este tomate se distingue rápidamente por su color y su olor. El tono rojizo oscuro y su aroma a huerta, perceptible incluso antes de ser cortado, lo cual indica que estamos ante un tomate diferente al resto de los que se pueden encontrar en el mercado.

Degustarlo es un auténtico placer. Destaca su gran dulzor, capaz de deleitar a los paladares más exigentes, que aseguran que es uno de los pocos tomates en el mercado con verdadero sabor tomate. De hecho en épocas de máximo sabor del tomate llega a alcanzar los 10º brix de dulzor. Además, el Iberiko es un tomate reconocido a nivel nacional, pues recibió en 2012 el premio al tomate del año con garantía de sabor.

A la hora de degustarlo se puede hacer como el consumidor prefiera, ya que sus posibilidades gastronómicas son infinitas. Sin embargo, en su caso "menos es más", tal y como aseguran los hermanos José Antonio y Alejandro Ramón. Ya que se trata de una materia prima de calidad excepcional, recomienda degustarlo tan solo con unas gotitas de aceite de oliva y sal. La mezcla del jugo del tomate junto con el aceite conforman un jugo sabroso y sorprendente.

Estos hermanos vienen de una familia cuyas tres últimas generaciones han estado muy vinculadas al campo almeriense, lo que les ha llevado a convertirse en auténticos expertos en este fruto.