Finanzas

La crisis golpea a Nativán cerrando oficinas y reduciendo un 95% la plantilla

  • La constructora adeuda a los proveedores más de tres millones de euros · La promotora Macael Rural tuvo que rescindir el contrato de 55 viviendas que hacía esta empresa para poder concluirlas

Que el "boom" de la construcción tendría una desaceleración es algo que todo el mundo esperaba. Lo que no podían presagiar ni los más expertos en la materia era que su entrada iba a ser tan drástica. Muchas empresas de la provincia, ya sea de manera directa o indirecta, se han visto afectadas por esta crisis, que según el ministro de Economía, Pedro Solbes, aún aún se prolongará dos años más. Grandes entidades, con una importante solera y renombre, han visto cerrar los candados de sus oficinas porque ya no se venden casas. Las inmobiliarias han dejado de ser ese gran negocio; las constructoras en muchas ocasiones no pueden terminar sus obras y las promotoras tienen poco que ofrecer.

Nativán, una de las empresas fuertes del sector, ha sido otra que ha visto como la debacle le ha afectado de forma más que directa. La entidad arrancó en el año 2001 con dos líneas de negocio claramente definidas, la construcción y la promoción inmobiliaria. Siete años después, y tras ver como anualmente facturaban grandes cantidades, están al borde de la quiebra.

De los más de 300 trabajadores que tenían en plantilla a principios del año 2007, casi un 95% están en la calle. En estos momentos en las obras no hay personal porque están cerradas. Las promociones de Fines, Overa, Olula del Río y Huércal-Overa, cuya constructora y promotora era la propia Nativán, se han paralizado al no pagar a las subcontratas. Se trata de más de 122 inmuebles, cuyos compradores temen por el futuro incierto de sus casas.

A día de hoy la constructora adeuda a los proveedores más de tres millones de euros. La pérdida de poder adquisitivo comenzó el pasado otoño, cuando se devolvieron las primeras letras de pago. Desde ese instante esta práctica ha sido algo habitual en Nativán. Fuentes cercanas a la empresa explican que tampoco han pagado a los organismos oficiales, tales como la Seguridad Social.

Las obras que promovían con otras entidades, como por ejemplo las que estaban realizando en las localidades de Cuevas del Almanzora, Lorca, Puerto Lumbreras o Almanzora han tenido que ser absorbidas por dichas entidades para poder así finalizarlas.

La promotora Macael Rural tuvo que rescindir el contrato de las 55 viviendas que Nativán estaban construyendo en la localidad de Macael para poder concluirlas. De los 55 inmuebles que había proyectados un 70% se habían vendido y los trabajos estaban parados desde finales del 2007. Los compradores se echaron encima de la promotora porque no se cumplían plazos y esta decidió culminar la obra ella misma.

En los municipios de Fines y en Olula del Río había previstas seis promociones y están todas paradas. El contrato de las 75 viviendas con garaje que estaban construyendo en Albox también se rescindió. El promotor, Vegapro, comprobó que no había mano de obra en Nativán para poder culminarlas y decidió asumir él mismo los trabajos.

Y si las construcciones se han visto afectadas, las oficinas lo han hecho en igual medida. Las delegaciones de Vera, Olula del Río o Cuevas han cerrado sus puertas. La única oficina que mantienen es la que está ubicada en Huércal-Overa, que ha visto descender el número de empleados de forma drástica; en este momento tan solo continúa un 7% de la plantilla inicial, más el equipo directivo.

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