El 'alma mater' del Estadio Wanda Metropolitano, el nuevo 'templo' futbolístico del Atlético de Madrid, ofreció ayer una conferencia en el Círculo Mercantil de Almería, organizada por la Asociación de Estudios de Arquitectura de la Provincia de Almería (Asaral). Antonio Cruz, uno de los fundadores del estudio de arquitectura sevillano Cruz y Ortiz, hace cuatro décadas, junto a su compañero de carrera Antonio Ortiz, hizo un recorrido histórico por algunos de los principales proyectos que ha desarrollado a lo largo de su carrera y que, "ya sea el azar u otra cosa", le ha llevado, junto a su compañero, a especializarse en estadios deportivos.

"Todo ocurre en el interior de cualquier estadio, por eso hay que buscar algo singular para cada uno de ellos", afirmó Antonio Cruz en un momento de su charla magistral, ante más de medio centenar de personas que no quisieron perder detalle de la experiencia de este reconocido arquitecto, con un amplio bagaje nacional e internacional a sus espaldas.

"Lo importante ocurre en el interior del estadio, por eso hay que buscar algo singular", afirmó Cruz

Cruz hizo hincapié en el Wanda Metropolitano, uno de sus proyectos más mediáticos. Y es que, lo que en 1991 surgió como un boceto de estadio olímpico, viró en 1994 con la conocida como grada de la Peineta, para acabar siendo uno de los mejores estadios de fútbol del panorama mundial desde que se inauguró el pasado mes de septiembre. No en vano, ha sido reconocido como mejor obra municipal de Madrid, además de haber sido elegido el escenario para la final de la Champions League de la próxima temporada, la 2018-2019. Algo tendrá. Y detrás de sus trazos está la mano firme de Antonio Cruz, que explicó por qué inicialmente se llamaba La Peineta, por estar previsto como estadio de atletismo, con una sola grada mirando hacia la recta de meta.

Desgranó cómo ha ido evolucionando el proyecto, desde que formaba parte de las infraestructuras para la candidatura olímpica de Madrid, en tres ocasiones, pensado como estadio de atletismo para transformarlo después en recinto futbolístico para el Atlético de Madrid, hasta que esta última idea fue en la que convergió la iniciativa.

Antonio Cruz ahondó en el juego de tensiones de cables de la cubierta de los estadios que llevan su sello, una estructura a la que concede gran importancia estética, visual y práctica dentro de un estadio. Y repasó los estadios que llevan su firma: La Cartuja (Sevilla), la remodelación de La Romareda (Zaragoza), Chapín (Jerez, Cádiz) y Lugano (Suiza).