Si importante es contar con un sistema de prevención de delitos adaptado a cada empresa, no menos es su certificación y seguimiento. Jorge Alexandre González, doctor en Derecho Penal y Product Manager EQA (European Quality Assurance) habla de la norma para generar confianza en el mercado. "El Código penal te sugiere con intensidad tener un plan de prevención de delitos y lo que se ha desarrollado desde el Comité Normalizador Español, que participa en las normas ISO, es una norma técnica estándar que desmenuza las seis medidas que te dicta el Código Penal; lo hace a través de la norma Une ISO 19601". De acuerdo a las palabras de González, ésta facilita que las empresas se autorregulen y, añade: "Si no es obligatorio el plan de prevención, tampoco lo es tenerlo conforme a esa norma, pero tiene sus ventajas". En este sentido, expone que actuar según esa norma permite saber a la empresa que tiene un plan homologable reconocible y le permite someterse a auditorías de tercera parte acreditadas. "Es aquí donde entran las entidades de certificación, que también se enfrentan a un ámbito novedoso" (la normativa ISO en esta materia es de 2014 y la española de mayo 2017).

Jorge A. González describe las herramientas básicas en un plan de prevención de delitos de una empresa: así identificar los riesgos en las actividades en que puede cometer delitos, gestionar un modelo para tomar decisiones, destinar recursos financieros a la implementación, imponer la obligación a los empleados de denunciar irregularidades, y verificar que lo construido en esta materia es aplicable a la empresa, es decir, hay que actualizarlo. Como ejemplo cita: "Una empresa no mantiene contratos con la administración pública, así que en su plan no contempla el riesgo de cohecho; pero al año siguiente sí, por lo que hay que revisarlo".