Como ya anunciara el pasado 25 de marzo Diario de Almería, el Poniente almeriense contaba con varios pozos alegales para el riego, es decir, no inscritos en el catálogo de aguas públicas o privadas de la Junta de Andalucía. Una condición obligatoria para estar regularizados y así poder cumplir con este cometido. En total, unas 10.000 hectáreas de cultivo intensivo regadas con aguas sin registrar, tal y como aseguraron desde la Plataforma por la Defensa de las Aguas Privadas del Poniente Almeriense.

Después de una primera ronda completa de citaciones por parte de los técnicos de la Delegación de Medio Ambiente para llevar a cabo el acta de confrontación, procedimiento por el que se realiza la toma de los datos necesarios que deben quedar reflejados por pozo en su correspondiente catálogo para ser inscritos, tan solo dos han pasado esta fiscalización y ya están a la espera de ser inscritos de pleno derecho.

En principio, ninguna de las comunidades de regantes implicadas estuvo por la labor de acceder a los métodos de comprobación de Medio Ambiente, ya que para realizar las mediciones les pedían realizar un aforo de 24 horas, esto es tener el pozo funcionando durante ese tiempo para comprobar el caudal por segundo y por otro lado el requerimiento de sacar la bomba para comprobar la profundidad del sondeo. Los regantes se negaron porque se tenían que hacer cargo de los costes.

Finalmente han sido dos las comunidades que han logrado pasar este trámite. Una de ellas aprovechando una avería y la otra decidió hacerse cargo de los gastos que acarreaban las mediciones.