Pasarela

Juana Martín hace que la Ruta 66 se vuelva flamenca

  • Los diseños de la cordobesa viajaron al Oeste americano y los de Juan Vidal al exotismo de Hawai

¿Quién sino la andaluza Juana Martín es capaz de llevar unos volantes al oeste americano? La cordobesa presentó ayer en la Fashion Week madrileña su colección Okies, en la que hace un recorrido por la mítica Ruta 66 sin dejar a un lado sus orígenes más flamencos. Jugando con los tonos tierra del desierto, Juana Martín dejó sitio en su colección a las prendas vaqueras pero también se acordó de los brillos de Las Vegas e incluso de los flecos que lucían los pistoleros de las películas en sus chalecos, que esta vez llegaron como complemento a las sutiles prendas de gasa para adornar las mangas o las faldas de sus diseños de noche. Los volantes estuvieron presentes en muchas de sus prendas para darle su característico tono flamenco a pantalones, vestidos e incluso túnicas.

Y si Juana Martín viajó hasta la Ruta 66, Juan Vidal lo hizo hasta Hawai. En su colección, repleta de guiños al estado americano, no se quedaron atrás los estampados de palmeras e ibiscos, sin olvidar los collares de flores. Con faldas envolventes y superposiciones que recordaban a los pareos, Vidal incluyó otros guiños a las famosas islas, como los grandes pompones de rafia que acompañan algunas de sus prendas, queriendo emular a las bailarinas 'tiki' que tan bien definen la cultura hawaiana. Mención aparte merecen los vestidos de organza en los que destacan grandes ibiscos negros realizados con lentejuelas XXL.

Otra de las que desfiló ayer en Madrid fue María Escoté, cuyo trabajo estaba enfocado a la figura y el estilo de Diana de Gales. La diseñadora catalana hizo su versión libre de algunas de las prendas icónicas que lució la princesa del pueblo, aunque siguió fiel a su estética ochentera, que esta vez se ha presentado más depurada y con más movimiento. Los complicados drapeados y los frunces de goma en muchas de sus prendas dejaron constancia de su evolución.

Junto a María Escoté desfiló Maya Hansen, que esta vez dejó a un lado el corsé para apostar por los pantalones, faldas y shorts vaqueros, además de conjuntos veraniegos estampados con dibujos infantiles de barcos.

Por su parte, Marcos Luengo presentó una colección atemporal llena de estilo. Las siluetas orientales (conseguidas mediante acuarelas estampadas con posterioridad en delicadas sedas), los pantalones 'baggy' y los chalecos largos comparten pasarela con los vestidos confeccionados en otomán y ante, unas prendas desmontables con cremalleras para facilitar el lavado. Lo más llamativo de su colección, no obstante, fue la noche, con vestidos de siempre que han sabido mantener intacta la elegancia.

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