El príncipe Guillermo ha confesado esta misma semana a la revista GQ que le costó años asimilar el fallecimiento de su madre. Y no es de extrañar, viendo el revuelo que sigue generando todo lo relacionado con la muerte de Lady Di cuando está a punto de cumplirse el 20 aniversario de esta trágica pérdida. Ayer mismo se presentó en Francia el libro ¿Qui a tué Lady Di? (¿Quién mató a Lady Di?) que arroja nuevos datos relacionados con el accidente que le costó la vida a la ex mujer de Carlos de Inglaterra.

Los autores del libro son tres periodistas de la revista Paris Match, que han realizado una investigación de los hechos después de leerse las 8.000 páginas de las que consta la investigación judicial. Los periodistas descartan la teoría conspiratoria de las que hablaba el padre de Dodi al Fayed, así como la opción del atentado o del asesinato, posibilidades que también se barajaron justo después del accidente. Los autores del libro constatan lo que indica el informe, y recalcan que fue la velocidad del vehículo lo que provocó el accidente.

Aunque revelan un dato que hasta ahora nunca se había dicho: el coche estaba averiado. Así lo han puesto de manifiesto algunos chóferes del Ritz, establecimiento en el que se alojaba la pareja y que puso a disposición de ambos este vehículo. "Era chatarra y nunca debía haber vuelto a circular", ha recalcado en una radio francesa uno de los autores del libro después de saber que un año antes ese mismo coche había dado 12 vueltas de campana en otro accidente. Esta información la corrobora un antiguo trabajador del hotel, que asegura que "a más de 60 kilómetros por hora era imposible controlar el vehículo".

Estos datos, unidos al estado de embriaguez en el que se encontraba Henri Paul, el chófer que conducía el coche del Ritz en el momento del accidente, terminó provocando una tragedia que aún sigue levantando ampollas pese a los años transcurridos.