Una sala repleta del Hotel Córdoba Center ha recibido esta mañana al diputado nacional del PP Pablo Casado, vicesecretario de Comunicación de la formación. Allí, ante un auditorio nutrido principalmente de militantes y cargos y excargos populares, Casado ha atacado a los líderes de PSOE y Podemos, Pedro Sánchez y Pablo Iglesias, a los que ha señalado como los 'hombres de negro' de la política andaluza. En su opinión, Sánchez e Iglesias "gobiernan de facto la comunidad autonóma" pues ambos "están detrás" de la decisión de la Junta de no aceptar el techo de gasto propuesto por el Gobierno Rajoy. "Susana Díaz dijo que iba a ser independiente, pero como se ha visto en este caso tiene que levantar el teléfono cada vez que ha de tomar una decisión importante", explicó.

Casado también ha tenido unas palabras para el cogobierno municipal, al que acusó de tener a la ciudad paralizada. "La alcaldesa, con su socio visible, que es IU, y su socio invisible, que es Podemos, le está haciendo un flaco favor a Córdoba". El diputado ha acusado a Ambrosio de sembrar buenas palabras en una apuesta por el buenismo pero sin recoger cosechas prácticas de su acción política. "Dice y dice, pero en realidad no ha hecho nada". Casado ha afirmado que el cambio producido en la cúpula del PP provincial es un símbolo de que los populares ya están trabajando para recuperar una Alcaldía "que ya tuvimos con Rafa (por Rafael Merino) y José Antonio (por Nieto)".   

Más allá de disertar sobre la política local y regional, el diputado también ha analizado la situación del país, su pasado y su mañana en una conferencia que se anunciaba con el título de 'El futuro de España'. Ha aprovechado la cita para revindicar al PP como "la única garantía" para que el país resuelva los problemas que lo atenazan y se mantenga en la senda de la recuperación económica y de la creación de empleo. Casado ha aludido en su ponencia a problemas que él considera cenitales como la mejora del sistema escolar, las reformas precisas para garantizar las prestaciones sociales, la necesidad de ganar autonomía en el ámbito de la Defensa y la urgencia de tomar decisiones que preparen a la sociedad para afrontar los cambios que supone el internet de las cosas, lo que vino a denominar la Cuarta Revolución Industrial. Se ha mostrado en cualquier caso confiado en la capacidad de España para conservar su sistema democrático y hacer frente a "las amenazas" del independentismo, los populismos o el yihadismo.