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Vitalidad y discreción regirán Cajamar

Discreto. Ante los socios de Cajamar es el encargado de dar en los últimos años el balance de entidad durante las asambleas generales, siempre en un tímido segundo plano Juan de la Cruz Cárdenas Rodríguez, hasta ahora vicepresidente y consejero delegado de Cajamar, asumirá la presidencia de la rural almeriense, por tanto, del nuevo grupo Cajas Rurales Unidas, en los próximos meses.

De la Cruz, natural de Almería donde nacía hace 61 años, inició su actividad en la Caja Rural Provincial de Almería en 1969 como empleado de oficinas y a lo largo de su carrera profesional desempeñó responsabilidades sucesivas como director de Inspección, de Inversiones y de Red de Sucursales.

En 1986 fue nombrado subdirector general y en 1992 director general de Caja Rural de Almería.

A partir del año 2000, tras la fusión de las cajas rurales de Almería y de Málaga, desempeñó el puesto de director general de Cajamar.

Seis años después, en la Asamblea General celebrada el 28 de marzo de 2006 fue elegido vicepresidente de la entidad y designado consejero delegado del Consejo Rector, que comenzaba a presidir Antonio Pérez Lao. Además es miembro del Fondo de Garantía de Depósitos en representación del sector de las cooperativas de crédito de España.

Hombre optimista y vitalista, de carácter reservado, siempre ha querido estar en la trastienda, alejado de los focos, centrado en sus responsabilidades de gestión. Labor que tendrá ahora que compatibilizar con las tareas propias que le corresponderán como máximo representante institucional de la entidad, en unos tiempos en los que las cajas rurales españolas necesitan rejuvenecer sus estructuras incorporando profesionales experimentados y conocedores del sector, capaces de hacer frente a los nuevos retos que acompañarán el proceso de reestructuración del sistema financiero español, y en particular de las cooperativas de crédito. Un proceso en el que Cajamar está llamada a jugar un papel protagonista.

De la Cruz ha sido testigo de la gran evolución de lo que es hoy la primera cooperativa de crédito española tras la fusión de las cajas rurales de Almería y de Málaga hace 11 años cuando también se produjo la de la cooperativa de crédito madrileña Grumeco. Siete años después acontecía la fusión con la Caja Rural del Duero, el pasado año con Caixa Rural Balears y en el presente con Caja Campo, si bien la primera de todas fue la fusión con la Cooperativa Agrícola y Ganadera del Campo de Cartagena en 1989.

El nuevo presidente de la entidad financiera es consciente de la importancia de la reestructuración del sistema financiero y así mostraba su satisfacción tras la constitución del Grupo Cooperativo Cajamar en 2009, que les convirtió en lospionerosdelacreacióndeSistemas Institucionales de Protección.

"Estamos convencidos que nos permitirá anticiparnos a la reestructuración del sector sin tener que abandonar nuestros principios cooperativos ni el camino ya trazado por las cajas rurales que participamos en el mismo de crecimiento sólido, sostenible, eficiente y rentable, y que contribuirá a que podamos mantener nuestros magníficos niveles de solvencia a través de este ilusionante proyecto que para nosotros es el Grupo Cooperativo Cajamar", manifestaba De la Cruz en la Asamblea General de la entidad en 2010 en la presentación del Informe Anual del año anterior.

Este año, en su informe como consejero delegado, el nuevo presidente de Cajamar asentía que 2010 fue un ejercicio de tránsito en el sistema financiero español, hacia un sistema más solvente, integrado por un menor número de entidades pero de mayor tamaño. "Con los procesos de integración ya en marcha se están solucionando o están en vías de solucionar algunos de los problemas existentes, como tamaño y capacidad instalada. El objetivo de estos procesos es la mejora de la rentabilidad y eficiencia de las entidades resultantes", estas fueron las palabras de Juan de la Cruz en la Asamblea General Ordinaria celebrada a finales del pasado año y que confirman el trabajo que viene realizando la entidad desde hace años, como bien señalaba él mismo, anticipándose Cajamar a los tiempos actuales en que no queda más remedio que actuar en esta línea.

En una de sus últimas comparecencias públicas, el máximo responsable de Cajamar advirtió de los nuevos retos que la entidad tiene que afrontar, estando seguro de superarlos con creces, para convertir al Grupo Cooperativo en un referente del sector financiero, y así, "cuando de nuevo llegue la calma, seguir dando un buen servicio a todos los que han depositado su confianza en el grupo".

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