Tribunales

Declaraciones de alta tensión en el juzgado por el caso Serrallo

  • Algunos investigados mantienen duros enfrentamientos dialécticos con la jueza del caso Serrallo y, sobre todo, con la fiscal

En la última ronda de declaraciones judiciales del caso Serrallo, después de tres años de instrucción y con el trasfondo del caso Nazarí (en el que coinciden algunos investigados, la jueza y la fiscal), se vivieron situaciones de alta tensión, con duros intercambios dialécticos y continuas llamadas de atención de la jueza a algunos de los comparecientes.

La declaración más tensa fue la de la exconcejal de Urbanismo Isabel Nieto, que acusó a la fiscal que lleva este caso de decir "mentiras" y de tener "tendencia a la maldad". Además le dijo a la jueza que estaba allí para "aguantar insultos" cada vez que iba al Juzgado. La magistrada María Ángeles Jiménez la reprendió por sus réplicas y le recordó que tenía derecho a contestar o no a las preguntas que se le formulaban si las consideraba impertinentes. En ese caso "se calla, está en su derecho", agregó la jueza.

Nieto: "Yo estoy aquí para aguantar insultos cada vez que vengo al Juzgado"

Aunque toda la declaración fue complicada, el detonante se produjo al final del interrogatorio de la fiscal, Sara Muñoz-Cobo, quien, como a casi todos los investigados, le preguntó si se había beneficiado a García Arrabal o a otras personas. "Esa es la presunción que aquí se baraja y eso no es cierto en absoluto. Usted tendrá que demostrarlo (en alusión a la fiscal), ¿ha demostrado que alguien se haya beneficiado?", comenzó a responder Nieto en un tono ofendido, al que agregó la queja antes mencionada de tener que "aguantar insultos".

La jueza interrumpió a Nieto y le recordó que la obligación de la fiscal es la de preguntar, pero fue ella misma, Sara Muñoz, la que pidió la palabra para hacer constar un largo alegato en favor de su tarea como responsable pública. Le explicó a Isabel Nieto que ella representa a la sociedad y que está "obligada" a hacer esas preguntas. Además le recordó que esa actuación sirve para salvaguardar sus propios derechos como investigada: "Si no le pregunto a usted sobre cuestiones que se están debatiendo en este procedimiento, vulneraría el derecho de usted como investigada y, segundo, el derecho de la sociedad a hacer valer una pretensión punitiva". Defendió su obligación de ejercer esta labor "con todo el rigor" y con "profundo respeto a los derechos constitucionales".

Fiscal: "Cumplo con mi  obligación y lo haré siempre con rigor y respeto a los derechos constitucionales"

No fue ésta la única declaración en la que la magistrada instructora intervino para llamar la atención de los investigados por su actitud ante las preguntas, especialmente de la fiscal del caso. El empresario Roberto García Arrabal recibió más de una vez la misma advertencia: "Lo que tiene que hacer es contestar a lo que se le está preguntando si lo ve pertinente" porque "no hablamos de si está o no de acuerdo" con las cuestiones planteadas.

Juez:(A Nieto) Usted tiene derecho a contestar o no, pero no está aquí para preguntar ni replicar"

El promotor, que mostró una postura de cierto paternalismo, se refirió a la fiscal por su nombre de pila y se ofreció a "ayudar" para mejorar sus conocimientos de urbanismo. También minimizó el trabajo de la Policía, que en sus informes apunta a un posible impago de 2 millones de euros: "No les hice mucho caso, porque son injustos". Que el fantasma del caso Nazarí planeaba por la sala de declaraciones lo puso de relieve el propio García Arrabal cuando trajo a colación su detención en la Operación Nazarí: "Mi director de Urbanismo me dijo que podía estar tranquilo y eso hice hasta el fatídico 13 de abril de 2016, que cambió mi vida por completo..."

Arrabal: "No hice mucho caso a los informes de la Policía, porque son injustos"

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