ÓPERA

'Allegro vivace'

  • Al otro lado del espejo

Con mejores y peores momentos, aciertos rotundos y también algunos errores, el programa de ópera para escolares y familias se consolida en el Maestranza, lo cual sólo puede ser acogido con entusiasmo, pues los programas didácticos se antojan hoy imprescindibles para el futuro del género, y de hecho se han convertido en los últimos años en pilares fundamentales de los grandes coliseos líricos del mundo.

  

Si algo pide la preparación de espectáculos operísticos para niños es desde luego la imaginación, la capacidad para crear ilusión a través de la fantasía y la magia del teatro. Espectadores exigentes como no hay otros, a los niños no se los embauca con facilidad. Frente a ellos, resulta fundamental acertar con el ritmo, que sea ágil pero no una mera acumulación de artificios efectistas, y con el tratamiento del tema, inteligente, pero sencillo, sin abrumar con sesudas pedanterías. Eso es sin duda lo que garantiza un espectáculo de Joan Font, líder de Els Comediants, una de las más prestigiosas e importantes agrupaciones teatrales españolas. Aún recuerdan muchos aficionados la deliciosa producción de La flauta mágica de Mozart que el Maestranza presentó hace unos años con la firma de Font. Su regreso augura fascinación y aventuras.

  

El punto de partida de Allegro Vivace es un teatro abandonado y una chica que busca local para hacer una fiesta. La aparición de Vivace, personaje que encarna el espíritu de la ópera, transforma la realidad en un puro delirio de color y fantasía en la que el Orfeo de Monteverdi, la Dido de Purcell, la Traviata de Verdi, el Don Juan de Mozart, el Fausto de Berlioz, la Carmen de Bizet o el Turandot de Puccini entremezclan sus vivencias en un ambiente que mezcla el misterio con la sorpresa. Para niños y adultos dispuestos a cruzar el espejo.

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