Barroca

Scarlatti y el desamor

  • El conjunto Musica Boscareccia, que fundaron y lideran la soprano Alicia Amo y el violinista Andoni Mercero, dedica su segundo disco en el sello Itinerant a música de Domenico Scarlatti

Alicia Amo y Andoni Mercero, fundadores de Musica Boscareccia.

Alicia Amo y Andoni Mercero, fundadores de Musica Boscareccia. / Víctor Rodríguez

Otra vez con una presentación de espectacular belleza (artwork de Arkaitz del Río sobre fotos de Mark Mawson), Musica Boscareccia insiste con este trabajo en la idea de su primer álbum: música vocal e instrumental de compositores italianos que trabajaron en la corte española durante el siglo XVIII. Primero fue Francesco Corselli y ahora ha tocado el turno a Domenico Scarlatti. Con una mezcla de ambos programas, el conjunto se presentó recientemente tanto en el Auditorio Nacional de Madrid como en el Femás sevillano, en el que Alicia Amo y Andoni Mercero han tenido este año notable presencia, ya que el violinista donostiarra tocó también, en compañía de Alfonso Sebastián, las Sonatas para violín y clave de Bach, en una de las sesiones más alabadas de todo el festival, y ambos participaron en el cierre del certamen junto a la OBS, en un concierto en el que la soprano burgalesa cantó música de Bach y Caldara: "La última aria de Caldara [un lamento extraído del oratorio Morte e sepoltura di Christo] me recordaba el peso de la música de las pasiones de Bach, tenía que ser el final del concierto, por peso, gravedad, densidad", comenta.

Un carácter retórico que han tenido muy en cuenta a la hora de elaborar el programa para el disco dedicado a Scarlatti, que contiene tres cantatas y un par de sonatas en trío elaboradas por Mercero a partir de una selección de las célebres sonatas para clave del compositor. "Lo planteamos siguiendo un hilo dramático -explica Amo-. Son cantatas de desamor e infidelidad. El disco empieza en la más absoluta oscuridad con Pur nel sonno almen tal'ora, que es la obra de la que extraemos el título del disco (Sognando son felice). No hay nada de felicidad en ella. El protagonista es feliz soñando porque despierto lo pasa fatal, pero incluso la felicidad del sueño es frágil y breve. Continúa la sonata en re menor, que tiene un primer movimiento muy grave y un tercero más luminoso, que le da un cierto cariz de esperanza. Después, el recitativo que abre Tinte a note di sangue tiene forma de lettera amorosa, que hace que el dolor pase de ser algo onírico a material, y el protagonista le escribe a la amada algo muy hermoso: tú me has traicionado, pero yo te perdono. A partir del segundo recitativo, cambia la actitud del amante, del que canta. La segunda aria es irónica y empiezan los reproches. Sigue la triosonata en re mayor, mucho más luminosa, excepto en el tercer movimiento, que es más sombrío, como recuerdo de lo anterior. Y luego está la última cantata, O qual meco, Nice, cangiata, que tiene un texto muy fuerte y duro, lleno de expresiones como ingrata o crudel, pero con una música que parece desmentir ese contenido, porque es desinhibida, despreocupada, ligera. El disco se plantea así como un viaje de la oscuridad a la luz, de la densidad a la ligereza, en la que el amante, entregado e infeliz al principio, parece recobrar su dignidad".

Sinceramente, pienso que nuestro grupo tiene un nivel artístico no reconocido suficientemente"

Desde que lo hizo Charles Avison en el mismo siglo XVIII en forma de concerti grossi, los arreglos de Sonatas de Scarlatti han sido una constante "aunque nunca se habían hecho en forma de sonata en trío y yo tenía en mente hacer algo así desde hace tiempo, ya que nuestro grupo tiene esta estructura de dos violines y bajo continuo -dice Mercero-. Tenía mis dudas y mis miedos; necesitaba hacer un muy buen arreglo, porque las sonatas son maravillosas, y no podía estropearlas. Empecé a trabajar en las adaptaciones hace tiempo, me encantó el trabajo, disfruté mucho con él. No era fácil escoger las sonatas, ya que algunas eran muy idiomáticas para el clave, y estos arreglos, aunque se pueden hacer, resultaban más complejos. Mi idea era que al escuchar esta música la gente sintiera que se trata de música compuesta para esta formación. Pensé que el resultado era bueno y que merecía la pena y a todo el mundo le está gustando mucho."

Aunque tradicionalmente el repertorio de cantatas de Scarlatti se ha vinculado con su etapa italiana, anterior a su llegada a Portugal a principios de los años 1720, "no sabemos en realidad cuándo fueron escritas estas obras. La primera de ellas está compuesta sobre un poema de Metastasio que se publicó en 1736. Quizás Scarlatti pudo conocerlo antes, pero la escritura es muy audaz, con unas enarmonías y una serie de recursos que nos hacen pensar en obras de madurez", comenta el violinista. Y la soprano tercia: "En una de las cantatas que grabamos de Corselli hay un aria típica de esas piezas de tempestad, de bravura, tan característica de la ópera napolitana de principios de siglo; pero en Scarlatti no hay nada de eso, es todo mucho más evolucionado. Vocalmente no hay grandes diferencias, aunque en general la música de Scarlatti es siempre mucho más lírica". Lo que no ha encontrado Amo son esos giros vinculados al cante jondo que la investigadora Kate Eckerslay creyó hallar en las cantatas scarlattianas: "Curiosamente sí están en Corselli, pero al menos en estas tres cantatas no los aprecio".

Para el futuro próximo, Musica Boscareccia trabaja en ideas en torno a la música alemana y en una ampliación de la formación que les permita desarrollar un proyecto de música orquestal ("a voz por parte, para hacerlo económicamente más viable", reconoce Mercero), pero su actividad se la toman con calma: "Yo doy clases en Musikene, y a Alicia no le falta trabajo de todo tipo. No tenemos urgencias. Nos encanta que nos salgan proyectos, porque musical y humanamente disfrutamos mucho con el grupo, que, sinceramente, pienso que tiene un nivel artístico que no está suficientemente reconocido. No es que las cosas vayan mal, pero cuesta que salgan proyectos y a veces mandas disco, vídeos, en los que se muestra que nuestro trabajo es de primer nivel y ni siquiera te contestan. Por suerte, lo tomamos como algo que completa nuestra vida profesional y procuramos que no nos afecte demasiado". "Musica Boscareccia es casi un hobby de lujo para nosotros. Lo más personal de cuanto hacemos, aquí podemos decidir qué música hacemos y cómo hacerla", remata la joven soprano.

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