El ex ministro rumano Dan Sova, responsable de tres carteras diversas entre 2012 y 2014, fue condenado ayer en primera instancia a tres años de cárcel por corrupción.

La Alta Corte y Casación de Justicia de Rumanía lo acusó de tráfico de influencia, por haber convencido a la dirección de la empresa energética estatal CET Govora de que contratara los servicios de un bufete de abogados.

Según la acusación, ese bufete pagó a Sova, de 44 años, unos 100.000 euros por su intervención ante el entonces director la citada compañía, Mihai Balan, quien también deberá cumplir tres años de prisión. El condenado debe devolver al Estado esa cantidad, que recibió en pagos mensuales de 5.000 euros entre fines de 2011 y mediados de 2014.