Alejandro de la Joya, consejero delegado de Ferrovial, atrapado en los atentado de Bombay y que ha llegado hoy a España, ha dicho que cuando bajaba en el ascensor del hotel Oberoi vio a "dos tíos con mochila" que empezaron a disparar a todas las personas que había por allí. Por su parte, al llegar a la Base Aérea de Torrejón de Ardoz (Madrid), tras ser evacuados de Bombay, todos los españoles que vivieron los atentados terroristas del miércoles aseguraron que la ciudad india se convirtió en "un caos" y relataron cómo las bombas explosionaron a escasos metros de los lugares donde se encontraban.

Según declaraciones del directivo de Ferrovial distribuidas por su compañía, De la Joya afirma que cuando él estaba en el descansillo de la planta 14, esperando al ascensor, cuando se le acercó una persona y le dijo que había oído una serie de disparos. Él miró hacia abajo y "estaba todo tranquilo", ha continuado, por lo que esperó unos minutos y, al ver "que no pasaba nada, llamé al ascensor", en el que bajaba Álvaro Rengifo, empresario español de Isolux-Corsán, con el que había quedado para cenar. "Justo cuando se paró el ascensor -ha continuado-, entraron dos tíos con mochila y empezaron a disparar a todas las personas que estaban en el restaurante, luego se dedicaron a hacer ráfagas en varias direcciones y de repente empezaron a correr".

De la Joya y su acompañante se dirigieron a sus habitaciones e intentaron subir al primer piso. A partir de entonces empezaron o oír el ruido de cristales rotos, muchas explosiones de granadas y ráfagas de metralletas que cada vez estaban más cerca, además de que el humo les impedía respirar. Una vez a resguardo, al principio intentaron ver la tele y "hasta hicimos juegos de magia con las cartas" para pasar el rato, hasta que lograron abandonar el hotel, "cuando todo estaba bajo control".

Ha indicado que "la mayoría de la gente lo ha pasado muy mal", que tuvo que estar sola en sus habitaciones, a pesar del humo y de la rotura de cristales. Se ha mostrado "encantado" con el trato recibido por la Embajada de España, "que nos ha apoyado muchísimo", así como con sus empresas y compañeros, amigos y la familia.

Bombay era "un caos"

Entre los españoles que llegaron a Torrejón de Ardoz en el avión que el Gobierno español envió a Bombay para su evacuación se encontraba la directora de comunicación de la Comunidad de Madrid, Isabel Gallego, que aseguró haber vivido "momentos de mucha tensión" y explicó que "la información era bastante confusa". "Estábamos escondidos entre las rocas y escuchábamos las bombas, explosiones que se producían en nuestro hotel y que luego se extendían por el resto de la ciudad", relató.

Gallego comparó las explosiones con "fuegos artificiales" y aseguró que, tras la "incertidumbre" vivida durante su estancia en el país asiático, lo que más le apetecía era ver a sus hijos y recobrar la normalidad. Yolanda, que formaba parte del equipo técnico de la Delegación de la Comunidad de Madrid, comentó que estaba en la calle cuando se percató de los ataques. "Me estaban disparando detrás, por eso me enteré", aclaró. Yolanda confirmó que todos los que viajaban junto a ella se encontraban en perfectas condiciones a pesar de lo mal que lo habían pasado.

Por su parte, una joven, que se encontraba de viaje en la India junto a su pareja, apuntó que, el mismo día de los atentados, se dirigía en ferrocarril hacia Bombay. "La estación a la que nos dirigíamos era uno de los lugares más afectados", señaló. Así, explicó que, a su llegada a la ciudad, observaron "calles cortadas y muchísima policía" que no les dejaba acceder hasta su hotel. "Al final conseguimos contactar con la embajada y fueron ellos quienes nos dijeron que estaban llamando a todos los españoles", agregó.

Finalmente, el empresario de FCC, Ignacio Ruiz, subrayó que escuchó las bombas puestas por los terroristas y observó pasar "policías sin ningún control". "Yo no me puse a mirar de dónde venían los tiros, los tiros estaban al lado de mí, y los muertos, las personas que morían", concluyó.