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El Gobierno de Maduro confirma que mató al rebelde Óscar Pérez

  • La Policía acabó con el piloto pese a que dejó constancia en varios vídeos de su intención de rendirse

Óscar Pérez, en primer plano, mientras participaba en una marcha contra Maduro en julio de 2017.

Óscar Pérez, en primer plano, mientras participaba en una marcha contra Maduro en julio de 2017. / efe

El rebelde Óscar Pérez, quien se ganó un espacio entre los más buscados por las autoridades venezolanas, saltó a las primeras páginas con un espectacular ataque en helicóptero a centros del poder en Caracas y se despidió en un asalto militar transmitido casi en vivo. El piloto de 36 años fue la cara mediática de un grupo rebelde llamado Guerreros de Dios, que se atrincheró en la zona montañosa de El Junquito, cerca de Caracas.

Las autoridades confirmaron ayer que Pérez, al que llamaron jefe del "grupo terrorista", murió en la operación de comandos militares contra el reducto, que fue demolido por un disparo de lanzagranada, cuyo destello explosivo se multiplicó en las redes. También dijeron que una reciente entrevista a una cadena internacional permitió ubicar a Pérez y acorralarlo.

Su final fue tan espectacular como su entrada en escena y promete continuar en el debate público, ya que Pérez dejó varios vídeos en los que hacía llamadas para rendirse y negociar su entrega. Al frente de un grupo rebelde, fue cercado el lunes por comandos militares en la localidad de El Junquito, una zona montañosa vecina a Caracas, donde opuso resistencia.

Pérez tuvo unos meses de película desde mediados del año pasado, cuando secuestró un helicóptero de la Policía Judicial y atacó desde el aire las sedes del Ministerio del Interior y del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ). Luego, en diciembre pasado, asaltó un cuartel de la Guardia Nacional, donde humilló a los soldados acantonados con discursos contra el Gobierno y desprendió de las paredes fotografías del fallecido mandatario Hugo Chávez, que después pisoteaba.

El piloto difundió varios vídeos del drama de su última misión, en los cuales aparecía herido, con sangre en la cara, haciendo desesperadas llamadas a entregarse. En uno de ellos dijo que durante el asedio, los comandos les disparaban con lanzagranadas. "No quieren que nos entreguemos, nos quieren asesinar", decía Pérez en uno de ellos. "Ya estamos negociando con los funcionarios, los fiscales y la prensa de Venezuela", agregaba.

Según el Ministerio del Interior, las fuerzas del orden fueron atacadas cuando se estaba negociando la rendición. La operación dejó dos agentes muertos y cinco heridos, mientras que hubo siete bajas entre los rebeldes, además de cinco detenidos.

Pérez era miembro de la Brigada de Acciones Especiales de la Policía Judicial y, según el Gobierno, piloto del ex ministro del Interior Miguel Rodríguez Torres, quien fue acusado de estar detrás de un complot golpista.

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