América latina Las repercusiones políticas de un resultado inesperado

Hugo Chávez ya no es imbatible

  • El no de los venezolanos a la reforma constitucional del presidente abre una nueva perspectiva en la vida política del país suramericano donde la oposición propone una "reconciliación" de la sociedad

El no de los venezolanos a la reforma constitucional del presidente Hugo Chávez abre una nueva perspectiva en la vida política de Venezuela, donde la oposición que venció el domingo propone una "reconciliación".

Así lo destacaron ayer personalidades de la oposición, en tanto que las gubernamentales advierten que sigue en pie su lucha hacia el "socialismo del siglo XXI", al que Chávez dijo que no iba a renunciar.

La propuesta de "reconciliación" es enarbolada con mayor fuerza por grupos de estudiantes universitarios, que los últimos meses protagonizaron las protestas contra la reforma constitucional de Chávez.

La llamada "es a la reconciliación", dijo ayer el presidente de la organización estudiantil de la Universidad Central de Venezuela (UCV), Stalin González, tras celebrar lo que consideró un "intento" de Chávez de encaminarse por ese camino al haber admitido su derrota.

La "reconciliación" debe apuntar a encontrar "una alternativa distinta que nos saque de la polarización existente en el país", añadió González, quien exhortó a la oposición a que "de verdad trabaje por una nueva mayoría que responda a los intereses de todos los venezolanos".

Desde la cúpula de la Iglesia católica, otro de los sectores protagonistas del rechazo a Chávez, el arzobispo Roberto Luckert destacó de la jornada electoral que "Venezuela demostró ser democrática" y que "los problemas se resuelven a través de los votos y no a través de la confrontación".

La oposición debe trabajar a partir de ahora, instó el prelado, a "reducir la abstención electoral" y "a tomar conciencia" de que "la única forma en la que podemos salir de los problemas es a través del voto y no de la violencia".

El también vicepresidente de la Conferencia Episcopal agregó que el potencial de casi 12 millones de electores que no apoyó a Chávez, al votar en contra o abstenerse, debe ser el objetivo del trabajo de la oposición para las próximas elecciones regionales.

"Que se dejen de la tontería de estar pensando quién va a ser candidato; el que tenga mayoría es el que tiene que ir y todo el mundo empujar ese candidato a la gobernación o a la alcaldía", dijo.

Entre otras voces conciliatorias destacó la de Manuel Rosales, perdedor ante Chávez en las presidenciales del año pasado, quien declaró que Venezuela "tiene que abrir los caminos del diálogo".

"Ojala este resultado sirva para que en Venezuela busquemos la paz y la armonía", declaró, y, tras reconocer "el gesto" del presidente de reconocer los resultados, le propuso que antes de que termine el año apruebe leyes que creen un fondo social para la economía informal y reduzca la jornada laboral de ocho a seis horas.

Esas medidas estaban incluidas en los cambios que el gobernante planteó en su propuesta de reforma, en la que sin embargo retumbó con mayor fuerza su deseo de acabar con las restricciones a la reelección presidencial, lo que le hubiese permitido presentarse de nuevo como candidato en las presidenciales de diciembre de 2012.

"Chávez tiene ahora fecha de salida" y "los liderazgos del chavismo saldrán a pelearse" por esa futura candidatura, opinó el psicólogo social Ángel Oropeza.

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