La oposición progresista tunecina acusó ayer al primer ministro, Yusef Chaheed, de eludir su responsabilidad al culpar a otros partidos de fomentar las protestas sociales que agitan el país y que la noche del miércoles se repitieron por tercer día, con casi 600 detenidos desde el inicio de los disturbios.

El secretario general del Frente Popular, principal partido de la izquierda, Hamma Hamammi, negó que su formación esté detrás de los disturbios que se suceden desde que el lunes un hombre de 55 años muriera durante la represión policial de una manifestación en Tebourna, e insistió en que mantendrán su estrategia de marchas y acciones pacíficas para obligar al Gobierno a cancelar los nuevos presupuestos, marcados por la precariedad, la austeridad y los recortes.