La carrera hacia la casa blanca El apoyo resultó especialmente decisivo en California

Los latinos siguen fieles a Clinton

  • Todos los intentos de Obama por arrebatarle el favor de la minoría más mayoritaria de Estados Unidos, incluyendo unos diez millones con derecho a voto, resultaron infructuosos en el 'supermartes'

Hillary Clinton puede seguir confiando en los latinos. Todos los intentos de Barack Obama por arrebatarle el favor de la minoría más mayoritaria de Estados Unidos resultaron infructuosos en el supermartes porque el poder del apellido del ex presidente continúa siendo demasiado fuerte.

El 61 por ciento de los millones de hispanos que acudieron a las urnas (unos diez millones tenían derecho a ejercer el voto) se decantaron por la senadora Clinton, un factor clave para que la mujer que aspira a ser la primera presidenta de Estados Unidos salga de la decisiva cita con ventaja.

"La comunidad hispana conoce a los Clinton desde hace más tiempo", analizó el ex candidato presidencial Bill Richardson, de origen mexicano. "La senadora Clinton mantuvo algunas posiciones muy positivas en educación y sanidad e inmigración", agregó el gobernador de Nuevo México, que pese a ver por televisión el jueves la Superbowl junto al ex presidente Bill Clinton aún no ha declarado su respaldo a ninguno de los aspirantes en carrera.

El apoyo latino resultó especialmente decisivo en California, un estado en el que las encuestas indicaban que Obama había recortado la ventaja de la senadora por Nueva York. Y efectivamente, los sondeos a pie de urna revelaron por ejemplo que Obama acaparó el 42 por ciento del voto de los blancos, apenas tres puntos menos que Clinton.

Sin embargo, los hispanos, que representan el 29 por ciento de los habitantes del estado más poblado del país, mantuvieron su apoyo a Clinton: el 66 por ciento se decantó por ella, por el 33 por ciento que apoyó al senador por Illinois. "Un dato impactante", comentaba ayer The Washington Post.

Y eso que Obama lo intentó todo. Hizo suyo el famoso lema del líder sindical César Chávez, Sí se puede, contó con el apoyo de la esposa del gobernador del Estado, María Shriver, de la reina de la televisión Oprah Winfrey y hasta contó con la participación activa en numerosos mítines en Los Ángeles y sus alrededores del senador Edward Kennedy, uno de los más firmes defensores de los inmigrantes en el Congreso.

Sólo en California, Nueva York, Illinois, Arizona, Nueva Jersey, Colorado, Nuevo México y Massachusetts, ocho de los 24 estados que votaron en el supermartes, residen más de 23 millones de hispanos, el 51 por ciento de los que viven en todo el país, según datos del Centro Pew de Investigaciones. El único gran estado latino que no votó ayer fue Florida, que ya lo hizo el 29 de enero.

La suerte para Obama fue similar en el resto del país a excepción de Illinois. Los latinos se decantaron a su favor por un ajustado 50 a 49 por ciento en el estado que eligió al político de 46 años para el Senado en 2004.

Los otros estados del oeste del país norteamericano que votaron el martes, donde la población hispana también es significativa, también se decantaron por la ex primera dama: en Arizona Clinton se impuso por 53 a 44 por ciento y en Nuevo México venció por 56 a 36 por ciento.

Sus triunfos fueron más holgados en el noreste. En Nueva York, Clinton asestó un duro golpe a Obama entre los latinos, al superarlo por 73 a 26 por ciento. Muy poco más ajustado fue en el vecino Nueva Jersey, donde los hispanos se inclinaron hacia Clinton por 68 a 30 por ciento.

Igual que en California, el efecto Kennedy tampoco sirvió en Massachusetts. En el hogar de la familia más famosa de la política estadounidense también triunfó Clinton: 56 a 36 por ciento.

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