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Al menos 23 muertos en los combates entre dos tribus en Egipto

Al menos 23 personas murieron y otras 40 resultaron heridas en los enfrentamientos que libran desde el viernes dos tribus en la ciudad meridional egipcia de Asuán, informó ayer la televisión estatal.

El subsecretario de Sanidad de Asuán, Mohamed Azmi, explicó a un canal de televisión que la mayoría de las víctimas recibieron disparos en los choques entre miembros de la tribu Bani Helal y de la nubia Dabud.

La violencia estalló el viernes, cuando murieron tres personas por antiguas discrepancias entre ambas tribus, según la agencia estatal de noticias egipcia Mena, que precisó que al menos cinco viviendas fueron incendiadas en la zona.

El Ministerio del Interior apuntó en un comunicado que recibió el viernes una denuncia sobre una riña de estudiantes de las tribus rivales, después de que algunos de ellos piropearan a una joven y ambos grupos comenzaran a insultarse mediante pintadas en los muros de una escuela.

Los dos clanes intentaron llegar sin éxito a una solución negociada la noche del viernes, por lo que ayer continuaron los choques con disparos y cócteles molotov.

Testigos citados por la agencia dijeron que hay cadáveres diseminados en las calles del barrio de Seil al Rifi, donde viven ambas tribus, debido a que no han podido ser trasladados a los hospitales por el intenso tiroteo.

Asimismo, señalaron que un gran número de familias fueron evacuadas del área, cuyas calles están vacías y los comercios, cerrados.

Fuerzas antidisturbios de la Policía egipcia fueron enviadas al lugar para intentar poner fin a la violencia y detuvieron a tres supuestos implicados en los incidentes, mientras que las autoridades locales pidieron ayuda al Ejército.

Por otro lado, la defensa del depuesto presidente Mohamed Mursi rechazó ayer la presentación de ciertos vídeos recogidos por la televisión estatal como pruebas en la causa abierta contra él por la muerte de manifestantes.

Según Mena, ayer se celebró otra sesión del juicio en la Academia de la Policía, en El Cairo, donde compareció el islamista Mursi tras ser trasladado desde una cárcel de Alejandría.

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