Una nueva jornada de protestas y saqueos que tuvieron como catalizador la escasez y el alto coste de los alimentos se registró el viernes en Venezuela, mientras el Gobierno seguía sin pronunciarse sobre estos acontecimientos.

Los disturbios se registraron desde la madrugada, cuando cinco camiones cargados de alimentos fueron abordados por decenas de personas en el estado de Zulia (oeste) para robar los alimentos que cargaban. Además, habrían robado la batería de los vehículos.

Este suceso se registró prácticamente como una continuación de los disturbios y saqueos registrados al norte del estado de Mérida, en localidades vecinas a Zulia, donde el jueves cuatro personas murieron, decenas resultaron heridas y numerosos bovinos fueron descuartizados en medio de los disturbios por la escasez de comida.

Las protestas y saqueos esporádicos en Mérida se extendieron hasta la mañana en el pueblo de Tucaní y sus alrededores, pero el posterior despliegue de la Guardia Nacional (Policía militarizada) y policías locales impidió que se repitieran escenas como las vividas el jueves.

Mientras, los representantes del Gobierno siguen sin pronunciarse sobre estas protestas, que se intensificaron desde finales del año pasado.

El presidente, Nicolás Maduro, durante una reunión de la Alianza Bolivariana para los pueblos de nuestra América (ALBA), no habló de los saqueos pero volvió a denunciar la existencia de una "persecución financiera" para explicar el cuadro de escasez de alimentos e inflación desbordada que vive el país.