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La llama olímpica recorre la India entre protestas y detenciones

  • Unos 300 activistas protibetanos son arrestados en todo el país en manifestaciones antichinas

La antorcha olímpica completó ayer su recorrido en el corazón de Nueva Delhi rodeada de un dispositivo de seguridad de unos 15.000 agentes, mientras que miles de manifestantes pro Tíbet llevaron a cabo protestas en otros puntos de la ciudad y unos trescientos activistas fueron arrestados en todo el país.

La llama olímpica fue transportada en apenas media hora desde el Palacio Presidencial hasta la Puerta de la India, conectadas por la gran avenida de Rajpath, donde 70 personalidades, entre ellos deportistas y celebridades del cine indio, se relevaron para portar la antorcha.

El pebetero fue encendido ante el monumental arco de la Puerta de la India entre grandes banderas chinas y la ceremonia concluyó sin más dilación.

Varios grupos de tibetanos que intentaron romper el cordón policial que impedía el acceso a la avenida fueron detenidos.

También fueron arrestados unos 276 activistas en varios actos de protesta en Nueva Delhi, y otros 45 ante el consulado chino de la ciudad occidental de Bombay, según fuentes policiales citadas por las agencias indias.

Los activistas organizaron antes de la ceremonia oficial un recorrido alternativo con una antorcha "propia" que portaron desde el memorial de Rajghat, donde fue incinerado el padre de la nación india, Mohandas Gandhi, hasta el complejo de Jantar Mantar, epicentro de las protestas en los últimos días.

"El relevo oficial tiene poco espíritu olímpico porque está siendo organizado bajo extremas medidas de seguridad. Así que decidimos revivir el espíritu olímpico con un recorrido paralelo", dijo el portavoz del Comité de Solidaridad Tibetano, Tseten Norbu.

Unos 5.000 tibetanos participaron en este relevo organizado paralelamente, entre los que también había monjes budistas, estudiantes, mujeres, niños y personalidades como el ex ministro indio George Fernandes, el diputado Ramdas Athavale o el líder religioso hindú Swami Agnivesh.

"El Dalai Lama es el Gandhi de nuestro tiempo", comparó Agnivesh en el Jantar Mantar.

En este complejo, rodeado por un fuerte dispositivo de seguridad, se aglomeraron cientos de tibetanos, muchos de ellos sentados en grandes grupos con pancartas contra China y otros gritando eslóganes como "Tíbet libre" y "Vete Hu Jintao", en alusión al presidente chino.

Un portavoz del Comité de Solidaridad Tibetano presente en la ceremonia paralela aseguró que iban a intentar llevar a cabo algún tipo de protesta en la Puerta de la India, donde finalizó el relevo de la antorcha olímpica, pero las fuertes medidas de seguridad se lo impidieron.

Aunque algunos estudiantes indios también se unieron a las protestas esporádicas pro Tíbet, la mayoría de delhíes parecían más molestos por los problemas de circulación ocasionados por las medidas de seguridad que pendientes de las reivindicaciones de los tibetanos.

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