Al menos 125 personas han fallecido y más de 300 han resultado heridas, como consecuencia de los combates entre los militares y los terroristas en Bombay, después de que estos atacasen en la noche del miércoles diversos objetivos frecuentados por occidentales en la ciudad, según informó el Ministerio del Interior indio. Sin embargo, los combates continúan en la ciudad, donde los terroristas aún conservan varios enclaves, donde se han hecho fuertes, y conservan varios rehenes. Por su parte, el primer ministro, Manmohan Singh, señaló que los atacantes vienen "de fuera", en referencia a Pakistán, pero el Gobierno de Islamabad se apuró para desmentir tal hecho.
Según informaciones del Ministerio a los diarios locales, recogidas por otr/press, de los 125 fallecidos seis son extranjeros, 14 policías, y el resto civiles indios y terroristas. Sobre estos últimos, fuentes policiales afirmaron que creían haber matado al menos a nueve. Sin embargo, los combates continúan en la ciudad, que aún no ve fin al conflicto. Esto se debe a que los terroristas aún mantienen varios enclaves donde se han hecho fuertes, en alguno de ellos gracias a rehenes.
A última hora de la noche, hora española, fuentes militares anunciaban que los combates en el hotel Taj Mahal, de cinco estrellas, finalizaban, ya que habían liberado a los rehenes y acabado con la vida de todos los terroristas. El general R.K. Hooda, que supervisa las operaciones en el hotel Taj Mahal, explicó que los comandos del Ejército que entraron en los hoteles que tenían tomados los terroristas encontraron una fuerte resistencia de éstos, ya que estaban muy bien armados y atrincherados dentro. Sin embargo, el general J.K. Dutt, de la Guardia de Seguridad Nacional (NSG por sus siglas en inglés), dijo que aún quedaba un terrorista herido, pero que sería cogido rápidamente.
Combates violentos
Mientras, los violentos combates continuaban en el hotel Oberoi, donde los terroristas aún tenían el control, y en el que aún permanecían 30 personas atrapadas, la mayoría rehenes. Además, la cuarta planta del edificio estaba en llamas. En este sentido, el Gobierno español confirmó que los dos empresarios se encuentran bien y están "tranquilos" en su habitación, a la espera de ser liberados para poder reunirse con el resto de españoles que serán repatriados en las próximas horas, anunció el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Angel Moratinos.
Por otro lado, en el centro judío Casa Nariman, que posee incluso una sinagoga, se refugiaron varios terroristas, que tomaron 10 rehenes. Poco después de ser tomada, dos mujeres y un bebé la abandonaron, según relataron testigos locales, en declaraciones a la CNN recogidas por otr/press. Los militares rodearon el local, y aseguraron que acabaron con varios terroristas en un intercambio de ataques. A última hora de la tarde en España, el periódico Times of India informaba que todos los rehenes habían sido liberados, aunque la cadena de televisión Channel 2 hablaba aún de dos rehenes. En este sentido, el general Dutt aseguró que la operación para limpiar la Casa aún continuaba, sin dar más detalles.
Sospechas sobre Pakistán
Por su parte, en una comparecencia televisada, el primer ministro indio, Manmohan Singh señaló que existen sospechas de que los ataques provienen de fuera, y que es demasiado sofisticado para que los terroristas no hayan contado con ayuda externa. En este sentido, remarcó que la India no va a tolerar que sus "vecinos" le den apoyo a grupos terroristas que atentan contra ellos. Estas declaraciones hacían referencia implícita a su principal enemigo, Pakistán. Sin embargo, desde Islamabad se apuraron a desmentir este punto, e incluso ofrecieron "pleno apoyo y cooperación" al Gobierno de la India en la "lucha contra el extremismo".
En este sentido, los militares indios aseguran que han capturado una de las lanchas en las que se cree que los terroristas llegaron hasta la ciudad. El barco capturado se trata de un pesquero indio, que faenaba en la zona fronteriza con Pakistán, y que hace unas semanas desapareció, con sus cinco tripulantes a bordo. Las fuerzas de seguridad sospechan que la embarcación fue capturada en alta mar por los terroristas cuando se encontraba faenando, para ser utilizado como transporte hasta las fronteras marítimas de Bombay, y desde allí habrían usado dos lanchas hinchables. Sin embargo, aún faltan muchos interrogatorios por realizar, y los guardacostas continúan peinando el mar en busca de otras embarcaciones que podrían haber sido utilizadas por los terroristas.
Ataques sorpresa
Bombay es un tradicional escenario de atentados con bomba, pero los ataques que se iniciaron el miércoles suponen una nueva forma de terrorismo, que cogió por sorpresa a las fuerzas de seguridad. La naturaleza de estos ataques, perpetrados con armas ligeras y granadas, difiere de otros atentados recientes. Al menos diez grupos de hombres armados emprendieron otros tantos ataques sobre diversos puntos del sur de Bombay, que estarían destinados contra objetivos extranjeros o contra blancos de "carácter simbólico". Esto difiere enormemente con los otros ataques, en los que el destinatario era la población civil. Según varios testigos, los terroristas iban exclusivamente a por los ciudadanos "de Estados Unidos y Reino Unido".
En cuanto a la autoría de estos atentados, fue reclamada por el desconocido grupo Deccan Muyahidin, pero diversos expertos apuntan que se trata de un grupo tapadera y que en realidad los responsables serían los autodenominados Muyahidines Indios, responsables de los últimos atentados con bomba que han dejado más de 200 muertos desde principios de este año en el país asiático.
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