Atractiva e interesante la muestra que puede visitarse hasta el próximo día 4 en el Hotel Puntazo de Mojácar. Se trata de la exposición colectiva de alumnos del pintor y restaurador Nacho Puell que, como cada año, cuelgan sus obras en coincidencia con la afluencia turística y la finalización del curso.

Una veintena de autores, en su mayoría mujeres, dan cuenta de la madurez de sus pinceles tras varios años de estudio fundamentalmente del óleo sobre lienzo. La variedad temática y colorista es impresionante: retratos, bodegones, paisajes, marinas, estructuras urbanas, botánica, todo el mundo particular de cada uno de los artistas está plasmado en las telas que se exhiben.

El visitante recibe sensaciones tan distintas como distintos son los estilos, los matices cromáticos. Se perciben estados anímicos, recuerdos viajeros, fantasías, lo que pudo ser y no fue. El espectador de los cuadros expuestos percibe al momento la sensibilidad sin recovecos volcada en las pinturas, el afán de superar el espacio, el trabajo de obtener el color imposible guardado en la memoria.

Una exposición colectiva que merece un tiempo, una pausa entre una obra y otra, apreciar el detalle de una dedicatoria, permitir que a través de los ojos penetre el sentimiento, incluso, de los bastidores. La propuesta que se puede disfrutar en un lugar tan conocido en la costa de Mojácar como el Puntazo es muy interesante, puesto que ofrece la oportunidad de que un grupo de artistas que llevan un tiempo pintando puedan mostrar su obra.

En general, el nivel y la calidad es excelente y ello lo corrobora la gran cantidad de personas que han pasado por esta muestra en los últimos días.