El Colectivo Colombine, apelativo con el que se conocía a Carmen de Burgos en el mundo de las letras, llevaron el sábado a las tablas del Teatro Apolo la representación de la obra y espectáculo musical Sueños de Carmen de Burgos. Una de las dos citas escénicas con las que el Área de Cultura, Educación y Tradiciones del Ayuntamiento de Almería se suma a la conmemoración coorganizada junto a la Diputación Provincial, y que también se enmarca en el inicio del 'Otoño Cultural'.

Pilar Barberá en el papel de Carmen de Burgos, Lidia Plaza en la voz flamenca, Samuel Ballester en la guitarra y Ezequiel Giménez a la percusión, codirector también junto a Candy Román, fueron los encargados de recordar algunas facetas de la intensa personalidad de la almeriense, muy vinculada a Níjar y sus campos, que fueron evocados con frecuencia a lo largo de la obra.

"Rodalquilar forma un semicírculo de tierra labrada y verdeante, con algo de apariencia de anfiteatro", se recitaría en uno de los pasajes iniciales. Alegrías, fandanguillo de Almería o el bolero Alma corazón y vida serían la banda sonora para la primera parte de la representación.

La truculenta historia dramática de Los Inadaptados tomó el protagonismo en la segunda parte del espectáculo, con una intensa y vibrante conexión entre la narración de Pilar Barberá, solemne y afectada durante toda la velada, y una melódica y desbordante Lidia Plaza en las voces, rutilantes y precisas sobre la atmósfera musical de guitarra y complementos percusivos. Todo cuidado con una elegancia, como ese cante de ida y vuelta o como la simulación de un furibundo ataque, que el público reconocería con aplausos.