Cultura

Colocan un monolito en recuerdo de Celia Viñas en el cementerio

  • El alcalde recordó el legado que para Almería supuso la obra de la escritora y docente

El alcalde de Almería, Luis Rogelio Rodríguez-Comendador, ensalzó ayer la vida y trayectoria de la escritora Celia Viñas, durante el homenaje celebrado en el cementerio de San José de la capital con motivo del sesenta aniversario de su muerte y durante el que se descubrió un monolito en la nueva ubicación de su sepultura, en el Jardín de la Memoria, junto a la lápida que recuerda su fallecimiento, en reconocimiento "a aquella extraordinaria profesora y poetisa que un buen día llegó a esta tierra para quedarse con nosotros para siempre".

"Desde hoy, los almerienses tendremos en este lugar no sólo un punto para el recuerdo emocionado a la figura inmortal de Celia Viñas, sino una referencia constante a su talento, a su capacidad de fabular e interpretar la vida y a su extraordinaria sensibilidad como mujer y como creadora", dijo Rodríguez Comendador, que estuvo acompañado por los concejales de Salud y Consumo, Carlos Sánchez, y Alcaldía, Pilar Ortega, además de por otros miembros de la Corporación, familiares de la escritora, sus sobrinos, Antonio Morales Medina y Gabriel Riba, antiguos alumnos y miembros de la Asociación Cultural que lleva su nombre.

El primer edil expresó su profundo agradecimiento a los familiares de Celia Viñas, "por su permanente colaboración a lo largo de todo el proceso de preparación de este homenaje, así como al Grupo ASV Servicios Funerarios y a la empresa Forever US, por el respeto y profesionalidad que han demostrado durante el mismo".

El acto celebrado ayer en el lugar donde reposan sus restos, "dignifica la ubicación final de la escritora, probablemente la no-almeriense más almeriense de la historia -refirió el alcalde - creando un espacio que no sólo es un homenaje, sino también, y a través de las nuevas tecnologías, un lugar para la reflexión, para la difusión y para la palabra".

Celia Viñas que ejerció de maestra, escritora, poeta y formadora, "fue un impulso constante en la vida cultural y docente almeriense", recalcó Rodríguez-Comendador, ensalzando la figura de una mujer que "siempre se sintió parte de esta tierra" como ella misma expresó en sus escritos declarando que "no ser de Almería en Almería no tiene importancia. Aquí no hay forasteros. Almería se hace patria del corazón y, para muchos, es la ciudad media, dulce, soñada y ensoñada, donde el sosiego de vivir se cumple en la más grata soledad y el más escrupuloso silencio íntimo. Los que no somos de Almería sentimos a esta tierra, a esta patria de vocación tan nuestra, tan entrañablemente nuestra, que hasta nos ruborizamos cuando un forastero nos pregunta extrañado si somos de Almería. Naturalmente, somos de Almería.", relató Rodríguez-Comendador, significando el imborrable recuerdo dejado por la escritora y profesora ilerdense, nacida en 1915, y que fallecía en Almería, en 1954, contando sólo con 39 años de edad.

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