Cultura

Ginés Cervantes expone 39 obras en el 'Espacio 2' del Museo de Arte de Almería

  • En la muestra 'Antológica' del artista de Huércal Overa hay 8 autorretratos

  • El pintor dice que "he dejado obra fuera, estorbaba"

Ginés Cervantes junto a una de las obras que expone en Almería.

Ginés Cervantes junto a una de las obras que expone en Almería. / javier alonso

Conversar con Ginés es siempre un placer. Sabiduría, experiencia y buen humor son buenos compañeros en una tertulia. Pero cuando el tema es una exposición sobre su obra, entonces, además, hay que preparase para aprender. Se exponen 39 obras de este artista en una exposición antológica en el Espacio 2 del Museo de Arte. Desde sus primeros años en nuestra tierra. Esta última etapa, la más reciente, la actual, esta presente testimonialmente, se ha dejado para una segunda entrega, en julio, en el Patio de Luces de Diputación.

De estas 39 obras, ocho son autorretratos, realizados en marzo de este año, de su semblante más reciente, más ilusionado con esta muestra, y solo uno de 2002. Están presentados en la salita rectangular, casi al final del recorrido, esperando para mantener un diálogo sobre lo observado, como si nos convirtiéramos nosotros mismos en observados, cambiando las tornas.

La última obra es el Bufón. O, mejor dicho, la primera. La más antigua y la única que ha tenido que buscar fuera del estudio, fuera de su propia colección. Cuenta que ha tenido libertad para seleccionar y colgar la obra, y lo que agradece esto por la importancia que tiene. La madurez le ha llevado a preferir exponer solo estas treinta obras, sin compromisos y sin la vanidad juvenil que, en ocasiones, lleva a mostrarlo todo. "He dejado obra fuera, estorbaba", la impresión final debía responder a la importancia individual de algunos cuadros que exigían espacio para respirar.

Pero diseñó la muestra al revés, con la entrada por el supuesto lugar de la salida. En realidad, es lo mismo, la evolución con línea histórica o el orden que explica el por que de las imágenes. Ese Bufón, interpretación de la obra de Velázquez, que según Ginés "siendo enano, y además bufón, no entiendo muy bien por qué transmite esa serenidad y ese trazo de inteligencia", lo que nos hace pensar si nos planteamos las cosas debidamente.

Cada pequeño espacio de la sala se corresponde con una etapa. Etapas que él cree que eran muy distintas entre sí, que cambiaban mucho de una exposición a otra, o cuando cambiaba de estudio o de paisaje, pero que no se aprecia así en esta muestra, llena de coherencia. Pero se corresponden también con los colores. Con el azul del mar, del mar del Cabo, que "guardaba en la retina hasta llegar al estudio para pintar ensoñaciones", el mar como símbolo de la muerte, azul intenso y profundo azul. La sala que denomina negra, de una época previa a unos años en los que dejó la pintura por la poesía.

Hay obras que llaman la atención por su pura abstracción, no solo conceptualmente, carecen de orden o método figurativo, sino que nunca ha buscado en ellas una referencia visual que recordara lo más mínimo a un espacio contemplado, como el caso de Abstracción en grises de 2001, un año posterior al Puente de hierro, con la que comparte similitudes en el proceso creativo.

Ginés trabaja la mano, busca el accidente, es pasional en su obra. Ginés habla de sus amigos con la misma pasión, con autentica amistad, habla de sus cuadros y surgen los amigos, las anécdotas, lo compartido. En Julio se seguirá disfrutando de un artista referente en la ciudad, con su última obra.

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