Cultura

El Museo acoge una colección de piezas e instrumentos de música mecánica

  • Esta serie que llega de la mano del Centro de Documentación Musical de Andalucía reúne útiles de gran valor histórico y documental pertenecientes a la segunda mitad del siglo XIX y principios del XX

La delegada de Cultura, Yolanda Callejón, acompañada de Reynaldo Fernández, Director del Centro del Centro de Documentación Musical de Andalucía presentó ayer la exposición Música mecánica. Los inicios de la fonografía, que se inaugura hoy martes, a las 20,30 horas en el Museo de Almería.

Esta exposición pretende dar a conocer a la sociedad, el Patrimonio Musical de Andalucía vinculado con la música mecánica del siglo XIX e inicio del siglo XX. Los instrumentos que se presentan pertenecen al Fondo Antiguo del Centro de Documentación Musical de Andalucía.

La colección está formada por piezas de valor de valor histórico, musical, artesanal y ornamental, junto a otras vinculadas con la producción industrial y en serie de la música, iniciada en el siglo XIX.

Es entonces cuando los instrumentos musicales se mecanizan, pudiendo ser tocados sin necesidad de ejecutantes, aplicando los conocimientos mecánicos y científicos de la época. En el siglo XIX la música mecánica llega a la calle, las diversiones populares se transforman, se crean nuevas necesidades, los instrumentos se destinan a diferentes grupos y estratos sociales y nacen nuevas formas de transmisión oral.

En la exposición las piezas se clasifican en distintos grupos conectados entre sí, como instrumentos musicales mecánicos del siglo XIX y XX, soportes programados y registros sonoros de diferentes instrumentos, partituras y accesorios, junto a material bibliográfico y documental. Se presenta una selección de piezas vinculadas a los avances científicos del siglo XIX y XX relacionadas con el sonido, con la imagen y con las nuevas formas de transmisión de la música y la palabra a través de la radio y del cine.

La evolución técnica y los avances científicos de los instrumentos que se presentan en el Museo de Almería, las aplicaciones diversas de los instrumentos musicales, la constante ampliación de los grupos sociales a los que se destinan hablan de una revolución tecnológica que cambió el mundo y de una revolución ideológica y social que inicia un camino hacia la igualdad.

Conocer los fonógrafos, organillos ambulantes, pianolas, cajas de música gigantes automatizadas o los populares gramófonos que llevaron la música a la sociedad a finales del siglo XIX y principios del XX es uno de los objetivos de esta gran exposición.

A finales del siglo XIX los instrumentos musicales se mecanizan y la música llega a la calle con la instalación de máquinas musicales automatizadas en los establecimientos públicos. Nacen nuevas formas de ocio y se consolidan como grandes soportes de comunicación la radio, el cine y el teatro, convirtiendo la música en un arte cada vez más popular.

Este cambio social se refleja en la muestra a través no sólo de instrumentos mecánicos sino también de soportes, partituras, accesorios, piezas relacionadas con los procesos de fabricación, fotografías y recortes de prensa que reflejan la importancia que cobra la mecanización de la música en la sociedad.

De la música codificada de las cajas de música y soportes desarrollados durante la Primera Revolución Industrial se pasa a la música reproducida de la Segunda Revolución Industrial. Thomas Alva Edison desarrolla en 1877 el primer aparato capaz de grabar y reproducir el sonido: el fonógrafo. Con este avance la interpretación musical deja de ser un momento único e irrepetible.

Algunos de los modelos más populares de fonógrafos de la época se exponen en la muestra que ha incorporado más de diez piezas nuevas, entre ellas un Fonógrafo Tinfoil de 1878 procedente de la colección del profesor de la Universidad de Granada y experto en Arqueología Industrial, Miguel Giménez Yanguas.

A este fonógrafo se suman otros de finales del XIX y principios del XX, una época en la que conviven con la música codificada y con el gramófono, el único instrumento de reproducción mecánico que logró ensombrecer la invención de Edison. Patentado en 1888 por Emile Berliner se utilizó para sonorizar las películas cinematográficas.

Cómo era este instrumento, sus características y los diferentes diseños que existían en el mercado también pueden verse en la muestra a través de los más de 15 gramófonos del siglo XX expuestos. Discos de pizarra, perforados y con pestañas, partituras, cajas de música, grabadores, organillos ambulantes son otros de los objetos originales que conforman esta exposición.

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