Más de cuatro siglos contemplan al malambo. Una danza tradicional argentina con origen en la Pampa y que fue la base del espectáculo Malambeando. Una explosiva colección de números de zapateado y repiques ejecutados por un cuerpo de baile de nueve hombres, a los que además se añadirían los tambores legüeros, los palos, las boleadoras y el tango, con dos parejas, más puro y racial.

Ya desde la presentación, los integrantes de Malambeando ofrecieron un bello aperitivo de lo que se iban a encontrar los asistentes en la velada, que casi se fue a las dos horas. Un número donde, casi a modo de resumen, se anticiparon los elementos que se irían sucediendo, incluso con un punto indígena y tribal, para dar a entender que todo se basa en una tradición centenaria.

Así, el primer número completo fue el realizado con constantes choques de palos, percusión veloz para adaptar las pulsaciones a los rápidos movimientos de pies y piernas de un grupo de malambo coral y coordinado a la perfección. Entre tanta visceralidad, momentos de recogido dolor como la Zamba para olvidarte de Mercedes Sosa o un 'humorístico' duelo de zapateo, primero con dos solistas, después con sendos grupos respondiendo a los piques. La primera parte del espectáculo concluiría con una excepcional ejecución de boleadoras, en sincronización con el baile. Un número que puso por primera vez en pie al público.