Cultura

Padres, hijos y abuelos disfrutan del teatro de calle en la Rambla

  • Sebas presentó por la mañana la obra 'Acorde' y por la tarde la compañía La Rous el montaje 'La Casa del Abuelo'

El XXVII Festival de Teatro Infantil de Almería echó a andar ayer viernes en el Anfiteatro de la Rambla con el espectáculo 'Acorde', protagonizado por Sebas, un artista catalán, procedente del mundo del circo, que unió sobre el escenario, la magia circense con la interpretación y el teatro.

Aunque la mañana era un poco desapacible, lo cierto es que se registró casi un lleno en el Anfiteatro de la Rambla. Había muchos niños, pero también había muchos padres y abuelos, que no quisieron perderse el espectáculo y pasarse una hora de diversión, disfrutando como niños.

Manuel Sebastián desde el primer momento se planteó hacer un espectáculo para todos los públicos, y lo consiguió con un sencillo montaje, a base de una cabaña, donde había útiles que le servían para cualquier cosa. "Me gusta que este espectáculo lo compartan los niños con sus padres", comentaba.

Sebas, que tiene un gran sentido del humor, hace ya algún tiempo que dejó el mundo del circo donde se formó. Hace dos años decidió montar 'Acorde', donde los juegos malabares y la manipulación de los objetos son la base de un espectáculo entretenido, realizado con buen gusto, y donde la diversión está asegurada.

Por la tarde, en el Teatro Apolo se ofrecieron dos representaciones a cargo de la compañía La Rous con la obra "La Casa del Abuelo". Se trataba de un espectáculo de pequeño formato pensado para niños y niñas a partir de 4 años, en el que Rosa Díaz ha puesto un especial cariño. Tal y como ella misma comenta, "esta obra nace de un proyecto que escribí tras la muerte de mi padre en el año 2005, y siempre he tenido muchas ganas de hacerlo, y ahora que monto compañía he aprovechado para llevarlo a cabo".

A través de títeres y con la presencia en la escena de la propia Díaz, la historia narra la búsqueda de una casa para el abuelo de la protagonista, que acaba de fallecer. Para ello, la autora utiliza unos títeres bastante singulares, compuestos por materiales comunes, como lo son los palos de una silla de madera, un libro, una regla o una goma de borrar.

La función, buscaba transmitir a los más pequeños la necesidad de asumir la muerte de las personas cercanas, restándole dramatismo y transmitiendo a los niños que el recuerdo es la forma de hacer que sobrevivan.

En definitiva, un gran inicio del Festival de Teatro Infantil, que continuará hasta el domingo con una función matinal cada día en el Anfiteatro de la Rambla y dos funciones por las tardes en el Teatro Apolo. Sin duda, el inicio del año 2009 es de gran alegría para los más pequeños con montajes de este nivel.

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