Cultura

La UAL recuerda a Leone a los 20 años de su muerte proyectando sus películas

  • Gabriel Bosquet y Jesús Polo son dos estudiantes que no quisieron perderse ninguna de las tres películas de la Trilogía del dólar y dijeron que el cineasta creó escuela y sus filmes son obras de arte

La Universidad de Almería fue ayer escenario de la proyección de las películas Por un puñado de dólares; La muerte tenía un precio y El bueno, el feo y el malo, rodadas en los años 60 en la provincia de Almería por Sergio Leone. Precisamente, ayer se cumplían 20 años de la muerte del cineasta italiano que descubrió Almería para el cine.

La Asociación de Estudiantes de Turismo de la Universidad de Almería (Indaltur) organizó un maratón de cine del director italiano en la Universidad de Almería. Gabriel Bosquet y Jesús Polo fueron dos de los estudiantes que decidieron no perderse ninguna de las tres películas. Para Jesús era un descubrimiento porque había oído hablar de Leone, pero no conocía su obra.

"Realmente son auténticas obras de arte cada una de sus películas, la forma del enfoque, de sacar el máximo provecho a cada plano y sobre todo muestra muy bien la imagen de aquella Almería", dijo Polo. Mientras Bosquet, considera que "el cine es una forma de vender la imagen de nuestra provincia y creo que no se ha hecho todavía".

Hay que destacar que la película El bueno, el feo y el malo se rodó en el desierto de Almería, con 1500 soldados españoles haciendo de extras. No hay ningún diálogo durante los primeros 10 minutos y medio de la película. La primera elección de Sergio Leone para El Feo era Gian María Volontè. Debido a que Sergio Leone no hablaba casi nada de inglés y Eli Wallach no hablaba casi nada de italiano, ambos se comunicaban en francés.

Sergio Leone, aún muy joven, entra en la industria del cine, y con 20 años es actor y asistente de dirección de El ladrón de bicicletas (1948) de Vittorio de Sica. Después estaría en grandes producciones estadounidenses rodadas en Europa. Entre ellas Quo Vadis (1951) de Mervyn Le Roy, Helena de Troya (1955) de Robert Wise, Ben-Hur (1959) de William Wyler o Historia de una monja (1959) de Fred Zinnemann.

En 1959 le dieron la oportunidad de sustituir, por enfermedad, al director Mario Bonnard durante el rodaje de Los últimos días de Pompeya, aunque no pudo firmar la película.

Su primera película oficial fue El coloso de Rodas (1960) y dos años más tarde sustituiría, de nuevo, a un director, Robert Aldrich, en Sodoma y Gomorra.

A partir de aquí comienzan sus obras más personales, que se inicia con la famosa trilogía western, también conocida como Trilogía del dólar, en coproducción con varios países europeos y rodada en la región de Tabernas en Almería .

La trilogía obtuvo un inesperado gran éxito, conduciendo el western a su último período cinematográfico, el llamado western crepuscular, género muy cultivado en el cine de los 70, además de aportar dos nuevos talentos al medio, el compositor Morricone, amigo desde la infancia del director, y el actor Clint Eastwood, desconocido hasta entonces, al que el director contrata entre un grupo de actores.

Como anécdota curiosa, destacar que Por un puñado de dólares tuvo ciertos problemas legales al plagiar una película anterior de Akira Kurosawa titulada Yojimbo (1961).

Tras esta trilogía no deja la temática del western y filma una de sus obras maestras, Hasta que llegó su hora, un western crepuscular rodado en Cinecittà, Almería y en los mismos escenarios estadounidenses en los que rodó la mayor parte de sus películas su admirado John Ford.

Tras un período de tiempo más dilatado, vuelve al cine, casi por obligación, con ¡Agáchate, maldito!, que tiene menos éxito que sus películas precedentes y basada en la revolución méxicana. Esta película la dirige a última hora debido a problemas con el director elegido.

En Europa tuvo gran éxito a pesar de las cuatro horas de duración, pero en EE. UU. se ofrece una versión recortada a casi dos horas, además de alterar su montaje (la historia fue contada linealmente y no como en la original en que se utilizan flashback).

Sergio tuvo siempre a su lado a un amigo de la infancia, que hizo más grande aún sus películas: Ennio Morricone.

Leone fallece en 1989 cuando estaba preparando la película Leningrado. Incluso planeaba retomar el género que le llevó a la fama: el western. Tiene una calle dedicada con su nombre en la ciudad de Almería.

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