Una relación de amistad. Una particular versión del cuento de Los tres cerditos se pudo ver en la tarde de ayer en la Plaza Mayor. Tras acabar la magia de Gente y sus marionetas, la compañía colombiana Granito Cafecito cogía el relevo y mostraba una nueva historia llamada Los tres chanchitos.

Su actor Víctor Vesga tenía todo preparado, lo único que le faltaba era su sombrero rojo, imprescindible para poder contar el relato. Como si de un juego de niños se tratara comenzó a representar la función. Con tres muñecos que representaban a tres cerdos, el actor comenzó a manejarlos de un lado del escenario al otro. Él ponía las voces a cada animal que se llamaban Chalo, Chelo y Chilo.

Esta versión de Granito Cafecito es una historia en la que la violencia no tiene cabida. Los cerdos que son perseguidos por el lobo le proponen que si al final no los persigue, le invitaban a un espectáculo teatral.

El lobo piensa que en la obra ya se comería a los tres cerdos, pero cuando va a verla se divierte tanto que propone ser amigo de sus antiguos y conocidos enemigos, los tres cerditos.

El montaje presentaba grandes diferencias con los anteriores vividos en el Festival y su forma de hacer teatro no pasó desapercibida para ninguno de los presentes en la actuación.

Una obra que fomenta los valores de amistad y que denuncia la violencia porque no es la solución para ningún conflicto. Con su gorro rojo, Vesga sorprendió a todos los presentes a la obra y ofreció un toque exótico por el montaje escénico y por el atuendo del intérprete. La edición de este Festival está destacando por la variedad en sus representaciones.