Festival de Teatro de El Ejido

La clausura finaliza con tambores, tres sospechosos del humor y danza

  • Santi Millán, Agustín Jiménez y Santi Rodríguez cerraron las actuaciones en el Auditorio Municipal. Tras acabar esta función, hubo un pasacalles y la representación de Roberto Martínez Losa

Tres humoristas famosos, un redoble de tambores y un pintor que sugiere con el movimiento de su danza son los tres factores claves que clausuraron el XXXI Festival de Teatro de El Ejido el sábado por la noche.

El Auditorio Municipal acogió el último espectáculo de esta edición, Wanted, con la actuación de Santi Millán, Agustín Jiménez y Santi Rodríguez. El espectáculo estaba compuesto por una actuación conjunta de los tres intérpretes y después cada uno representaba un monólogo de una temática totalmente diferente.

Los intérpretes animaron al público a que sacaran sus móviles y los llamaran a unos números que aparecían en las pantallas. Interactuaron con el público y sacaron a una de las presentes para bromear con ella.

Para elegir el orden de aparición de cada uno de los artistas también contaron con la colaboración del público mediante unos globos. Cada humorista representaba un color y al que más le votaran, empezaba con su monólogo.

Tras acabar Wanted, en la puerta del Auditorio Municipal, se encontraba la compañía Deabru Beltzak con la obra Bande Déplacée. Ritmos urbanos, fuego y danza recorrían las calles de El Ejido hasta llegar al Parque Municipal. Los artistas rodeaban a algunas personas y muchos de los asistentes bailaban al son de los tambores.

La última actuación del Festival de Teatro corría a cargo de Roberto Martínez Losa con la representación de El pintor y la modelo. Mientras que el pintor y bailarín realizaba un retrato en un gran formato, en una carpa instalada justo al lado, se sirvió el tradicional mojito.

Martínez Losa se destacó por jugar con la dramaturgia y la expresividad en su baile. Al principio comenzó a hacer unos trazados y luego empezó a pintar con las manos el tablón dispuesto para la actuación.

Tras acabar, la actuación se sirvió el cóctel denominado con el nombre de Agua de Valencia para celebrar la clausura que ha sido completo en su programación y extenso en su duración.

Una edición que ha destacado por la actuación de las grandes compañías y por la brillantez de los teatros de calle.

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