El documental Releyendo la Chanca del cineasta Nonio Parejo, basado en la obra que escribiera Juan Goytisolo en 1962, se estrena hoy en Túnez. Tras una primera aproximación en 1984 a Campos de Níjar, y la relectura del mismo en 2007 con Releyendo Campos de Níjar, este nuevo documental del realizador sevillano Nonio Parejo, con una duración de 53 minutos y un coste de 120.000 euros, muestra de la mano de Juan Goytisolo y Carlos Pérez Siquier y a través de una lectura visual de este libro, el pasado y el presente de este singular barrio almeriense.

Nonio Parejo, director del documental explica que "En este proyecto que se trata de una adaptación de una obra tan importante de Juan Goytisolo hemos contado con el apoyo de la Junta de Andalucía y de la Diputación de Almería. El documental tiene unos 53 minutos y participan distintas personalidades del mundo de la cultura de la provincia de Almería a modo de relectores de la obra de Juan que se van simultaneando con imágenes de varias de las visitas de Juan a la provincia".

"Lo que hacemos en el documental es trasladar un retrato social, un retrato geográfico del barrio de lo que fue hace 50 años a lo que es ahora mismo. Desgranamos que ha pasado en este tiempo partiendo del relato literario de Juan Goytisolo, que además de ser un relato literario, yo pienso que es una pieza indispensable para entender nuestro pasado reciente" señala Parejo.

En septiembre del pasado año, el escritor Juan Goytisolo estuvo varios días en Almería y explicó su interés por la provincia de Almería. "De enero a junio de 1956 hice los seis meses de prácticas de la Milicia Universitaria en el Regimiento de Infantería Badajoz numero 26, y en mi compañía prácticamente los reclutas eran oriundos de Almería. El trato con ellos me impresiono por su atraso, la mayoría eran analfabetos y me di cuenta que existía una España que yo ignoraba completamente y decidí al terminar el Servicio militar que iría a Almería".

El escritor recordó que "fui por primera vez a Almería con mi compañera Monique Lange en septiembre de 1956, estuvimos por Garrucha, Huércal Overa, Cuevas del Almanzora y vimos una pobreza indescriptible. Luego decidí que yo volvería solo".

Su viaje a la Chanca por primera vez fue algo inolvidable para el escritor. "Después de visitar la zona de Níjar, vine a Almería e hice la visita a La Chanca. Recuerdo que no me atreví a entrar, y fui vestido de una manera muy humilde para pasar muy inadvertido. Esta visita fue realmente impresionante, encontré que se volvía a reproducir el dilema, por un lado la fascinación estética, la admiración ante un paisaje que entonces se consideraba atrasado. En la España de aquel momento lo bello era lo no rico y había muy poca gente que tuviera sensibilidad a la belleza del sur".