Cultura

"Para escribir poesía es necesario tiempo y un estado anímico propicio"

  • El próximo martes a las 20 horas tendrá lugar una lectura poética en la Diputación de Almería de este militar, de raíces almerienses que trabaja en La Moncloa y que viene a El Zapillo siempre que puede

Este General de División que trabaja en la Moncloa tiene entre sus pasiones la poesía. Militar de padre almeriense lleva publicados varios libros de poesía y varios premios en su haber. El próximo martes, a las 20 horas ofrecerá un recital poético en la Diputación de Almería. Este acto servirá para conocerlo de cerca y descubrirlo para Almería, donde hasta ahora no se conocía esta faceta de este hombre campechano y simpático.

- Pocas veces se dá que un militar, en este caso un General de División viva con tanta intensidad la poesía. ¿Cuando se da cuenta que la poesía forma parte de su vida?

- Ciertamente hoy es así. No lo fue siempre; claro ejemplo, nuestro Siglo de Oro en el que la pluma y la espada dieron a nuestra literatura un signo distintivo. Hoy la carrera militar se cimenta sobre el dominio de importantes áreas tecnológicas que no permiten el estudio de las Humanidades en las Academias. Materialmente no hay tiempo.

- Pero la poesía llega a usted ya cumplida la carrera militar.

- Mi gusto por la poesía comienza con la lectura adolescente de los autores del bachiller. Entonces, como casi todos, escribo poemas de amor, más apasionados y voluntaristas que técnicos. Realmente, empiezo a tomarme la poesía con intención y dedicación cumplidos ya los 30 años, cuando tras finalizar la carrera militar me licencio también en Derecho.

- ¿Cuales son los temas que trata cuando empieza a escribir poesía?

- Los primeros poemas son de arte amoroso, después he abordado todos los temas clásicos o recurrentes de la poesía y de los poetas: la soledad, el silencio, el amor-desamor, las deshumanización de las sociedades contemporáneas.

- ¿El paso del tiempo le ha hecho cambiar de temática?

- El paso del tiempo se erige muy pronto en el motor central de mi poética. Así lo creen y escriben los críticos que han tenido la amabilidad de acercarse a mis versos. El profesor José Cenizo, de la Universidad de Sevilla, tituló un ensayo al respecto de esta manera 'La poética del tiempo en la obra de Juan Carlos Rodríguez Búrdalo".

- Todo indica que antes tenía más tiempo para escribir. Desde que le ascendieron a general parece que la cosa cambió.

- Cierto. Durante unos años antes de ascender a general ocupé destinos de profesor, jefe de estudios y director en distintos centros de enseñanza de la Guardia Civil. Aquellas ocupaciones me dejaban más tiempo para la escritura poética. Después las responsabilidades que el grado de General conlleva me obligó a cortar la labor creativa. Llevo siete años durante los que apenas he podido escribir un centenar de versos.

- Para usted Claudio Rodríguez es la figura clave que además de alguna manera le influye.

- Claudio ha sido uno de los poetas mayores de todo el siglo XX español. El descubrimiento de su poesía -sobre todo Don de la ebriedad- fue un hallazgo y una conmoción interior. Tuve la suerte de tratarlo, gané en Salamanca el premio que lleva su nombre y hoy es uno de mis poetas de cabecera.

- Para escribir poesía hay que estar relajado y predispuesto a ello. ¿En este momento le dedica mucho tiempo?

- Para mi son necesarias dos circunstancias: tiempo y un estado anímico propicio al encuentro conmigo mismo. Generalmente la soledad buscada es buena compañera.

- El caso es que usted empieza a publicar poesía con cierta edad. Se imagina haber comenzado antes.

- Mi primer libro aparece cuando he cumplido 36 años. Las circunstancias de esta tardanza son múltiples y no vienen al caso. Creo que de haber publicado con veintipocos años hubiera publicado lo mismo, pero habría alcanzado mucho antes la necesaria madurez poética.

- ¿Sinceramente qué ha encontrado personalmente en la poesía?

- Una forma distinta de mirar, guardar y explicar la vida. Una reafirmación y a veces liberación interior, un espacio necesario que sólo la palabra puede ocupar, habitándolo.

- El martes realizará usted una lectura poética de su obra en Almería. Una ciudad muy familiar para usted.

- Sí, se cumplirá un sueño largamente acariciado. He tenido la fortuna de publicar mis libros en distintos ciudades y colecciones de España e Italia. He dado lectura de mis poemas en un centenar largo de ocasiones y, curiosamente, nunca en Almería, ciudad en la que no nací por la prematura muerte de mi padre. Todo estaba previsto para que yo naciera en el barrio de Pescadería, pero aquella muerte cruenta varió el destino. Pero tengo mucha familia aquí, sobre todo mi madre, por lo que vengo con regularidad.

- Su padre era de Tabernas y su madre creo que era de Granada. ¿Qué recuerdos guarda de la Almería de entonces?

- Justamente, mi padre era de Tabernas y allí vivió hasta que ingresó en la Guardia Civil y pasó a residir en Almería. Aquí conoció a mi madre, se casaron y pusieron su casa en el barrio de Pescadería. Aunque desde Extremadura me trajeron a Tabernas siendo yo muy pequeño, con Almería el reencuentro que yo recuerdo se produjo cuando yo tenía 12 años. El mar me deslumbró ya para siempre.

- Porque usted nace en tierras extremeñas de forma casual. De cualquier forma tiene mucha familia en Almería y viene muy a menudo.

- Si, fue de forma casual, porque mi padre, guardia civil murió en enfrentamiento con delincuentes de la época (maquis). Así yo nací en la casa de mis abuelos maternos, en Cáceres. Ciertamente vengo por Almería cuatro o cinco veces al año.

-Le gustaría que su obra fuese más conocida en Almería. E incluso que el IEA le publicará algún libro.

-Por supuesto que me gustaría. El acto del próximo día 10, en la Diputación Provincial, será un paso interesantísimo. Sin duda, la posibilidad de publicar a través del IEA será una espléndida manera de llevar a los lectores almerienses la obra de un autor que también se siente de esta tierra, no sin motivos.

- Usted tiene buenos amigos poetas en esta tierra. Creo que es amigo de Juan José Ceba y usted viene varias veces al barrio de El Zapillo durante el año.

- Conozco y trato desde hace años a varios poetas almerienses como Juan José Ceba, Aureliano Cañadas, Pura López, Domingo Nicolás, José Antonio Sáez y al que hace más años en amistad y cariño que es Julio Alfredo Egea. Vengo al Zapillo porque en el barrio vive mi madre. La Asociación de Vecinos Jairán de El Zapillo tuvo el precioso detalle de nombrarme el año pasado "Vecino distinguido".

- Usted tiene un trabajo que no es nada fácil en La Moncloa, vamos en Presidencia del Gobierno. Seguirá escribiendo aunque tenga menos tiempo.

-No podré, desgraciadamennte, pero la causa lo justifica. Dentro de algún tiempo, no mucho, dejaré esta primera línea de trabajo, tan intenso en esfuerzo y dedicación, y llamaré a la puerta de la poesía. Ojalá ella me reconozca y volvamos a ser amantes.

- ¿Seguirá llevando siempre en su corazón a su tierra almeriense?

- Está muy claro que sí. Yo nunca me he separado de Almería. Vengo con la frecuencia que puedo y la llevo siempre como algo propio, algo mío. El corazón de aquel niño, concebido y gestado en Almería, late almeriense.

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