Con la imaginación como parte indispensable de la representación, Julián Villagrán y Fernando Tejero ofrecieron su lado más versátil en el Auditorio Municipal con la obra Piedras en los bolsillos y consiguieron levantar a los asistentes de sus butacas al finalizar sus interpretaciones.

La obra comenzó con una canción que fue el inicio para que los dos actores salieran a escena. Con un perchero en medio del escenario, los dos interpretes comenzaron a poner en situación al espectador. La historia daba protagonismo a dos figurantes que estaban rodando una película y los sueños que éstos querían alcanzar en el mundo del séptimo arte.

Los dos actores demostraron su capacidad interpretación gracias a los 16 personajes que representaron entre los dos.

Una vieja glorias del cine, un figurante que llevaba toda la vida como tal, un director exigente, la hija del cineasta y vecinos del pueblo fueron algunos de los personajes que representaron los dos intérpretes.

Durante tres semanas de rodaje las peripecias que vivieron los diferentes personajes fueron múltiples. Desde montajes amorosos hasta un suicidio de uno de los mozos del pueblo.

Los momentos que más carcajadas suscitaron en la representación fueron cuando los dos actores interpretaron sus papeles femeninos. Tanto Tejero como Villagrán demostraron su conexión en escena y la capacidad para abstraer a los asistentes a la realidad que estaban contando con Piedras en los bolsillos.

Fernando Tejero realizó una referencia al municipio ejidense en la obra y Villagrán se encargó de traer la actualidad en algunos de los diálogos mantenidos en la representación.

De esta forma, los dos actores salieron con una ovación del público desde el primer momento en el que finalizó la representación en el Auditorio.