No concibo hacer daño a un niño. Ni me gusta lo típico de hacerles rabiar que tanta gracia les hace a algunos. No solo no soporto cuando salen noticias de padres que para irse de copas dejan a sus hijos solos en casa o metidos en coches durante horas. Es que me pongo negro con los que están deseando encasquetar a los niños, porque necesitan "tiempo para ellos mismos". Para mí es un gusto, pero también considero mi obligación, y su derecho, ser un padre que les haga sentir queridos, protegidos y que mantenga intacta su inocencia el mayor tiempo posible. Por eso se me parte el alma con sucesos tan terribles como el de Balerma. ¿Qué lleva a un padre a quitarle la vida así a su propio hijo? Entiendo que no podemos estar hablando de alguien que esté bien de la cabeza. Solo espero que quien se atreva a ponerle una mano encima a un niño sea castigado con toda la dureza que se merece, por cobarde, por miserable.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios