Nacía la fundación de la Unión Deportiva Almería con escepticismo por parte del aficionado rojiblanco. Que Soriano la encabezara parecía un claro signo de organismo creado para colocar sin ningún tipo de rubor a las leyendas del club que cayeran en gracia de Alfonso García, pensábamos muchos. Sin embargo, la presentación esclareció bastantes objetivos de lo que se torna como un proyecto, cuanto menos, interesante. La integración del club en la ciudad fue uno de los aspectos más reseñables que se tocaron en el palco del Estadio Mediterráneo, donde tuvo lugar la rueda de prensa. Visitas de los jugadores a los colegios, campus y diversas actividades harán que el Almería vuelva a arraigarse a una ciudad que, a base de feos y desprecios por parte de la entidad de Alfonso García, parece haber olvidado al club que lo representa. Pero eso no fue lo único potable en la comparecencia. Tanto la directora de organizaciones del Almería, Lorena García, como Fernando Soriano, desvelaron que, al fin, la entidad promoverá una sección femenina, un avance que, tan tardío, se estaba tornando en subdesarrollo. Ahora, al aficionado solo le queda confiar en que estas medidas anunciadas no caigan en saco roto. Parece complicado tener fe en el mismo club que lleva años de desidia. El mismo que anunció la construcción de una ciudad deportiva hace más de un lustro. El mismo que destierra a la grada a los jugadores del filial que se niegan a renovar a la baja. El mismo que carece de proyecto y de ambición. No obstante, esta Fundación, contra todo pronóstico, se torna como una minúscula luz en medio de tanta oscuridad. Ojalá no se apague. Sería una nueva tomadura de pelo a los almerienses.

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