Análisis

PABLO MARTínez- salanova peralta

Un nuevo amanecer

No sabía cuán vacía estaba mi vida hasta que he entrado a formar parte de la secta de la Thermomix. Y vosotros, pobres mortales, profanos, herejes diréis que no es necesaria esa máquina infernal para hacer unas simples lentejas, pero yo siento que podría afeitarme, hacer la declaración de la Renta y acabar con el hambre en el mundo solo con la velocidad de cuchara. Si hace un mes alguien me llega a decir que hoy estaría desalando un bacalao durante tres días, lo tacharía de loco. Pero para loco yo, que ahora solo pienso en triturar, sofreír y cocer al vapor. Y como buen loco de la Thermomix predico el mantra de que todo me sale más barato (me he hipotecado a dos años) y, sobre todo, más sano (hago galletas que llevan un bote de leche condensada entero). No quedará mucho para que me deje un dedo limpiando esas cuchillas asesinas, pero hasta que haga un roscón las próximas Navidades mi viaje hacia el nuevo amanecer no se habrá completado.

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